Capítulo 1

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AVISO: ¡Historia corta! (O eso creo...)
Dato: aquí Dazai dejo la mafia a los 18 años y se unió a la agencia a los 19. Actualmente tiene 25.

*******

Si algo sabían en la Agencia de Detectives Armados, es que si Dazai está preocupado, no lo muestra, si está cansado, lo disimula, si está triste, sonríe, y, por encima de todo, nunca hace su trabajo, solo molesta.

Por eso, sabían que algo iba realmente mal en él.

Era de dominio público que el castaño a duras penas dormía 3 horas, y aún así nunca tuvo ojeras en todo el tiempo que llevaba trabajando allí.

Así que, las manchas negras situadas bajo los ojos del ex-ejecutivo de la Port Mafia no hicieron más que despertar la curiosidad de todos. Más aún cuando ya llevaban dos días allí y no parecían disminuir.

Pero, la conmoción estalló cuando al tercer día, entró por la puerta de la agencia, 30 minutos tarde, con ojeras aún más marcadas y con una mirada de preocupación. Lo que dejó a todos alarmados, fue el silencio poco habitual que tuvo a lo largo de todo el día.

Cuando Dazai abandonó la oficina una hora antes de que acabará su turno, sin emitir ni una sola palabra, nadie se atrevió a frenarlo.

—Ranpo, ¿Alguna idea de que le sucede al inútil de Dazai? —preguntó Kunikida.

—Kunikida, ni siquiera con mi Super Deducción soy capaz de adivinar que pasa.

Todos quedaron en silencio y con la boca abierta tras escuchar eso. Ranpo. No. Sabía. Que. Estaba. Pasando.

Fukuzawa se levantó y suspiró.

—Si llegáis a descubrir, escuchar o incluso sospechar algo, buscadme en mi oficina. Y Ranpo, no te presiones por no saber algo, con Dazai todo es difícil de saber.

El cuarto día fue peor, quiero decir, Dazai ya se había mostrado cansado, preocupado y callado, pero verlo triste mientras que trabajaba ya superaba todo.

Kunikida se levantó molestó, listo para golpear a Osamu, lo que le faltaba, otro evento no planeado que fastidiaba su horario. ¡Se suponía que Dazai nunca trabajaba!

Cuando estaba a medio camino, fue detenido por una mano en el hombro y un Ranpo negando con la cabeza.

Una vez Dazai se fue, todos volvieron a reunirse, esta vez en la oficina de Fukuzawa.

—Lo único que he descubierto ha sido que, como mínimo, miraba su móvil una vez cada 7 minutos, 38 segundos. Mi Super Deducción dice que espera una llamada. Seguramente mañana.

—Bien hecho Ranpo, veremos qué sucede mañana, si esto nos lleva a un callejón sin salida, habrá que enfrentar el problema de frente.

Ranpo sonrió, se sentía muy bien ser el único que recibía halagos del jefe.

Cuando todos se fueron, y Ranpo estaba apunto de salir, escuchó a Fukuzawa hablar.

—Mori me ha dicho que Chuuya, el antiguo compañero de Dazai, últimamente está más serio. No sé si tendrá que ver, pero puede que para ti esa información sea útil.

Con un asentamiento y un movimiento de mano, Edogawa se fue.

Quinto día, el esperado segundo Ranpo.

Dazai entro como lo hacía últimamente. Tarde, con ojeras, un rostro triste y ojos opacados por la preocupación.

Se movió hasta su mesa y se quito su típica gabardina para colgarla en la silla.

Ranpo lo miró de reojo mientras comía dulces. Kunikida también lo miro por el rabillo del ojo mientras trabajaba. Y Atsushi, bueno, hizo su intento de disimular.

Las horas pasaron y todo siguió igual, todos trabajando y Ranpo comiendo. De vez en cuando, Fukuzawa pasaba por la zona para observar cómo iba todo.

Apenas quedaba una hora para irse y ya todos habían perdido la esperanza de que pasara algo. Incluso Ranpo empezaba a pensar que había algo mal, no solo con Dazai, también con su Super Deducción.

El sonido que producían todas las hojas del papeleo que estaban haciendo Dazai y Kunikida fue interrumpido por una canción.

Ranpo reconoció el idioma como francés, y la voz como la de un hombre algo aguda pero sin llegar a ser femenina ni molesta.
Era suave y encantadora. También notó que era un audio improvisado, se escuchaba lluvia de fondo y había algo de eco.

Osamu miro la pantalla y se sobresalto, Edogawa confirmo que era la llamada que llevaba esperando tanto tiempo.

Dazai se levantó rápido, cogió el móvil, y con su mano señaló la puerta, indicándole al resto que iba a salir un momento.

Ranpo abrió los ojos de golpe cuando Dazai paso por su lado. Había leído la pantalla del móvil.

—¿Si? Al habla Dazai Osamu...

Fue lo único que se escuchó antes de que el vendado cerrase la puerta tras él.

Todos se miraron, pensando que le iban a decir a Fukuzawa sobre la llamada si no podían escucharla. Pero tras ver cómo Dazai se sobresaltó y como Ranpo abrió los ojos y todavía seguía en shock, decidieron no espiar.

Y quizás hicieron bien, porque tras unos escasos 13 minutos, la puerta fue abierta de golpe, casi golpeando a Yosano.

Un Dazai entro casi corriendo en el cuarto, arrancó su gabardina de la silla, se la puso, abrió un gran cajón con contraseña situado al lado de su mesa y saco un casco de moto negro. Y sin más, salió otra vez, cerrando la puerta de golpe y sin decir nada.

Nadie pudo decir nada durante una hora tras ver llorar a Dazai seriamente por primera vez.

¿Qué está pasando? || SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora