1. Gharda

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Tras siete largos años de guerras, la gema helada ha vuelto a estar en juego. Años de continuas disputas por el máximo mandato sobre las tierras de Gharda, ha supuesto la muerte de varios millones de habitantes que, tras haber abandonado el planeta, han buscado refugio en astros cercanos donde la paz sea su alimento espiritual principal. Siete años han pasado desde la muerte de los ocho reyes que gobernaban cada rincón remoto del planeta. Ahora, dos reyes armados con mucho coraje y sabiduría, Landra y Kernes, reclaman sus tierras.

En un momento indeterminado, simplemente por puro azar, una explosión de energía causada por la ruptura de cientos de millones de quásares esparció una inmensa cantidad de radiaciones por todo Universo. Entre esos rayos se encontraban simples rayos iguales que los que expulsaba el Sol, tales como la luz solar u otros tipos de radiaciones que resultaron ser más peligrosas de lo esperado. Estas formas de energía viajaron a través del ilimitado espacio, a través de la nada, hasta incidir en la atmósfera de un hermoso planeta lleno de vida vegetal donde si quedabas agarrado en una rama de una insignificante planta de unos diez centímetros durante unas horas, podría llegar a elevarte hasta diez metros. Hermosos parajes gobernaban el planeta. Largos prados de flores reinaban las praderas montañosas y esbeltos abetos rodeaban los senderos de las montañas. Numerosos arbustos aromáticos como la lavanda y el romero viajaban como los ríos a través de los campos. Sinuosos arroyos perecían en los escarpados acantilados de las playas donde muchas flores con poderes curativos florecían cada solsticio de verano. Sin olvidar esas palmeras que se localizaban en las playas, tan queridas hasta por los alienígenas terrestres, llenas de jugosos plátanos que daban alimento a especies como los renixos, zorros de poco tamaño con afiladas garras que facilitaban la ascensión sobre la cortezas de las palmeras. Otras especies como la ferkana no se preocupaban tanto para encontrar alimentos Estas aves con cuatro alas, semejantes a las alas de una libélula terrícola, se ocultaban sigilosamente entre los altos hierbajos de los bosques esperando a que otros animales encontraran comida para arrebatársela y poder alimentarse. Son unos grandes ladrones por instinto de supervivencia.

Tras esos mismos inmensos bosques forestales, llenos de tantas especies distintas como granos de arena que hay en una playa terrestre, se hallaban maravillas de la naturaleza. En las cordilleras nórdicas prominentes del continente se hallaban las cascadas de Repklenon, cuyo nombre procede del primer rey fallecido durante la vigésima lucha por el poder. Ilustre personaje que libró a las villas de trabajadores ghardianas de la eterna oscuridad.

Esas maravillas naturales cubrían un gran espacio donde miles de sirenas habitaban entre las rocas marinas y muchos animalillos, como los anteriormente nombrados renixos, iban a hidratarse y acicalarse. El agua procede de un acuífero subterráneo muy profundo a la superficie del planeta donde gracias a la textura de los sedimentos ghardianos, se ocasionaba continuas filtraciones y potabilizaciones que producía agua cristalina con cualidades nutritivas. La longitud de las cascadas de Repklenon alcanzaban los mil doscientos metros, comparado con los novecientos cuarenta y cinco que posee las cataratas terrestres del Niágara, y su altitud resulta ser el doble de las anteriores, es decir, sobre unos ciento diez metros aproximadamente. Si un prado se seca, con un tercio de agua que cae durante medio minuto se podría reconvertir un desierto árido terrestre en fértil. Afortunadamente, las condiciones de vida son excepcionales debido a la inexistencia de desiertos ni de volcanes activos, siendo el volcán inactivo más grande del planeta el Dranak, con veinte mil metros de altitud.

Otra maravilla terrestre destacable es el faro mortífero. Cuenta la leyenda que durante la vigésima lucha por el poder, la reina Flerna usó a su ejercito para construir este faro donde podría protegerse puesto que, si algún enemigo se acercaba a un radio de tres metros, el faro succionaba el alma del cuerpo y la disgregaba hasta la eliminación total de ésta. Tras haberse protegido dentro de la torre con sus guerreros más sobresalientes, un impacto de un cañón creó un orificio por donde las fuerzas del faro entraron y engulleron el alma de la reina y de sus súbditos. Desde ese momento, el faro quedó inactivo.

Las dos reliquias se encuentran en territorios distintos, separados por un lago donde se encuentra el poder más especial, el más buscado, el más querido, el poder de la gema helada. El lago posee una estructura tan compleja como el cerebro de un ser humano. La gema helada se encuentra en la sala inferior de la torre de hielo. Ésta se encuentra a su vez en el centro del agujero del remolino que posee el lago. Es una aventura muy difícil debido a la cantidad de criaturas y trampas que posee la torre. Pero hay un grave problema, hasta el alma más pura del mundo desaparecería al entrar en la torre. Sólo la valentía y la sabiduría son los únicos valores importantes para no ser devorados por las tinieblas.

El planeta rebosa armonía y paz: los trabajadores viven libres ejerciendo su agricultura y ganadería, los animales viven en un ambiente sano y pacífico... pero todo esto podría verse afectado con la más insustancial alteración.

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