7. Carta de la aventura adjunta

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¡Radiante flor tardía,

que, al removerse la ceniza del pasado,

surjes, fresca, de pronto,

tan de hoy como la aurora de hoy!

¡Qué abrazo

más infinito el que le da el alma,

que volvió a sus escombros olvidados,

por ti, y te abrió, con la belleza

agudizaba por tu reconocimiento alegre,

al sol eterno de su día claro!

Juan Ramón Jiménez

Siempre me sentí atraído por la poesía desde que leí unos versos de las obras de este autor. Me parecen una creación divina y doy gracias a Zeus por provocar el choque de un pájaro alado de hierro sobre la superficie de Gharda. ¿Qué maravilla de pájaro?. Nos trajo muchos libros con cientos de historias, algunas un tanto monomaniosas, pero realmente colosales. Y no cabe destacar una delicia para el paladar que tanto me gustó. Era una especie de masa acuosa de colores y de distintos sabores, resultaba muy viscosa y se deshacía en la boca con mucha facilidad. Se llamaba algo así como gelarina, gelamina... no sé exactamente, pero lo que si sabía seguro era que quería comerla todos los días. Te daría Diario, pero no tienes boca, lo siento. A lo que iba, estos días están resultando muy complicados: pierdo mi casa, no paro de caminar, me encuentro a un sabueso negro, a un golem... ¿qué pasa aquí?, ¿qué hago con mi vida?. Ahora me encuentro sano y salvo y todo se lo debo al sabueso. Me rescató de aquellas ruinas junto con Chainz y me trajo a esta casita del bosque donde vivían unos abuelitos, Ácuro y Rivera, un tanto peculiares, teniendo en cuenta que me encontraba malherido y hambriento. Tenían una especie de sombrero con forma de gota de agua y vestían entero azul. ¿Tendría que ver algo con el agua?... Pues no tengo ni idea, pero lo que si sé, es que tenían una fuente de aguas termales detrás de su casita, razón por la cual me llevé todo un día saliendo y entrando allí y me he puesto muy colorado. Además he comido pan de knagu con sopa de vegetales bermellón. ¡Delicioso!, Rivera es una excelente cocinera. Ahora tengo que seguir leyendo poesía antes de mi hora de cura, el ojo que he perdido a causa del peñón afilado me está dando problemas de infección últimamente. Bueno, sigo con mis lecturas, luego te cuento Diario...

Tan pronto como terminó la hora de curación, sus tareas tomaron preferencia. Blice era un chico muy laborioso y agradecido, de donde se sucede las horas que realizó de ayudas en las labores de la casa. A los ancianos les resultaba muy difícil la búsqueda y el cortado de los troncos de madera debido a su vejez, que le provocaba dolores en la espalda. Además necesitaba alguien que se encargara de pintar el exterior de la casa requerido por la desgastez de la pintura. Para él lo prometido era deuda. Llevaba una mañana de trabajo intensivos. Ya había apilado la leña cuando llegó de nuevo el sabueso con un rollo de papel enrollado al cuello.

Nïs – dijo el anciano preocupado. Su respiración lo delataba. Había estado corriendo largas distancias no podía mantenerse en pie. Acto seguido, cayó rendido.

- Déjame ver lo que traes (cogiendo la carta). Una carta para Blice

¡Bliceeeeee! - gritó

(El joven se acercaba a la entrada de la casa) – Dime, ¿qué ocurre?

Ayyyy! Mi lindo amigo – exclamó Rivera (acercándose al animal e interrumpiendo a los demás). Si estás cansado entra adentro, que te voy a preparar algo para comer. (La abuelita y Nïs entraron por la puerta principal)

- Nïs ha traído una carta para ti

Déjame ver – respondió. (Abrió la carta y comenzó a leerla, aunque había zonas donde la saliva del animal había corrido la tinta y la caligrafía era ilegible). - Dice:

La Consigna de Bienes de la Aldea Minera, le ruega que se acerque para recoger los bienes depositados por su padre hace diez años, los cuales han cumplido el empeño prometido y han sido tratados correctamente bajo La Ley del Patrimonio Minero. Si fuera tan amable, tendrá que venir para recoger […] dejada el […] . Recapitulando […] dinero se le entregará por la posible […] . Gracias por su atención, que tenga un buen día.

Tox

Director

Mi padre ha guardado algo para mí – Dijo sorprendido. ¿Qué podrá ser?... Lo tengo decidido, ahora si sé que hacer antes de salir de nuevo en búsqueda de un hogar nuevo y protegido para Chainz.

- Mañana tomarás camino hacia esas montañas de allí, nosotros cuidaremos del pequeño mientras tanto. Al pie de la más alta se encuentra la Aldea Minera. Ven adentro y te explicaré como llegar allí con el mapa. (Entraron en la vivienda). Blice estaba esperanzado.

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