Capitulo IV

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Al salir del salon Cathy camino por los pasillos hasta su sala comun con una pequeña sonrisa en sus labios. Por primera vez, en años, era espotanea. Por primera vez desde el accidente no tuvo que depender de nadie más, no tuvo un horario o una manera determinada de actuar, solo lo hizo y eso le gustaba. Le gustaba poder ser, por lo menos por un rato, normal.

Ron la hacia sentirse normal, y no porque intentara hacerlo, si no porque era de las pocas personas que la trataban tal y como era: ciega. Los demas suelen remarcar esta característica u omitirla completamente haciendo como si no la tuviera. Eso no era normal, ella era ciega y estaba conciente; al fin y al cabo, era ella la que no podia ver, pero ese no era motivo para creer que ella era menos capaz que los demás.

Ron, en cambio la trataba justo como era. No la creia menos capaz ni la trataba "normal" evadiendo el tema de su notaria discapacidad y por eso le gustaba su compañia. Después de años, podia sentirse normal y eso la hacia curvar su labio hacia arriba.

Al llegar a la sala común paso lo que siempre pasaba apenas ponia un pie en ese lugar. Silencio, silencio absoluto. Alguien, en segundo año, habia dicho que los ciegos escuchaban mucho mejor que los demas y era por eso que todos los Slytherins siempre callaban al verla. Solo los de la casa de las serpientes sabian de la existencia de Cathy, pero su conocimiento sobre ella llegaba solo a eso, que existia. No sabían nada sobre ella y ciertamente nadie se habia tomado el tiempo de averiguarlo, lo unico que sabian, y que de verdad importaba, era que estaba bajo el cuidado de Malfoy y su grupo de amigos, razon suficiente para ignorarla y que nadie se atreva a molestarla.

Cathy caminaba casi de memoria por la casa que la habia seleccionado en su primer año, aunque, como todo lo referente a Cathy, pocos sabian eso. Ella no habia sido seleccionada en la ceremonia de principio de año, ni siquiera habia pisado el gran comedor en sus 5 años que habia estado en el colegio, ella siempre habia estado aislada de las multitudes o las personas en general, pero no le molestaba, o por lo menos no lo suficiente para quejarse al respecto.

Al bajar las imponentes escaleras Cathy pudo escuchar varias voces familiares que la hicieron sonreir y la guiaron a los grandes sillones de cuero ubicados en el centro de la habitacion, aunque claro, Cathy solo sabia esto por el tacto.

-Cathythy, estabamos preocupados-

-¿Donde estabas?- dijo una voz un poco más seria y sin tanto animo como la anterior.

-No sabia que eras mi padre, Draco-

-No contestaste la pregunta-

-No te preocupes Cat, solo esta molesto por algo de Potter- esta vez la voz era proveniente de una mujer que luego ayudo a Cathy a sentarse.

-Gracias Pansy, ahora, ¿Qué fatalidad hizo el gran Harry Potter que hizo enojar al esplendido Draco Malfoy?-

-No estoy enojado-

-Esta enojado porque el primer partido de Quidditch va a ser contra Gryffindor y no contra Ravenclaw, como él queria- contesto otra voz un poco más alejada y despreocupada proveniente de un chico muy similar a Cathy que leia un libro.

-Gracias Theo- dijo con una sonrisa ganadora Cathy

-No me interesa Potter, solo es mejor ver a Gryffindor jugar antes que contra nosotros-

-Claro, Draco, te creemos- le replico Pansy burlona, lo que hizo que el rubio se levantara y se fuera de allí enojado.

Unos segundos despues de eso, y de que Pansy dijera que Draco era un dramatico, Cathy sintio como alguien se sentaba a su lado, pero al notar quien era sonrio ampliamente antes de que esta persona la abrazara por los hombres.

La luz de mis ojos *Ron Weasley y tu*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora