Extra.

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-Vamos Tenko... Solo iremos al muelle, iremos y volveremos, será rápido... - invito a su pequeño viaje a su hermano menor.

-Pero hay que avisarle a papá, se enojara si no le decimos.... - susurro el chico jugando con sus dedos.

-No es necesario, seremos tan rápidos que no se dará cuanta de que faltamos... Vamos... - dijo sin importancia la joven de 14 años tomando de la muñeca a su hermano de 10 y corriendo fuera de su hogar.

-Insisto Hana... Tal vez deberíamos volver... - decía mientras trataba de seguir el paso de su hermana mayor.

-Cuando veas la vista del muelle cambiaras de opinión... - dijo con emoción y cuando llegaron a este la chica subió algunas cajas y se sento.- sube, pronto se meterá el sol, veremos el atardecer..

El pequeño de cabellos oscuros subió con delicadeza aquellas cajas y cuando estuvo en la cima el sol golpeaba su rostro al igual que el viento.

-Esto es hermoso... - dijo asombrado al ver como el sol lentamente se escondía en el mar.

-Lo se... Es lo mejor...

-¿Podemos volver mañana también?... - preguntó con ilusión anhelando que el día siguiente pasara tan rápido para ver el atardecer.

-Todos los días vendremos...

Cuando la luz fue consumida por la oscuridad en Londres, fue cuando los hermanos despidieron volver a su hogar.

Ambos caminaban con lentitud hasta que la mente curiosa del más pequeño noto algo en un callejón, el chico no salía mucho de su hogar y todo a su alrededor le parecía extraño por eso decidió ir a ver de que se trataba.

Se acercó a aquel lugar oscuro sin dar aviso a su hermana.

Cuando estuvo muy metido en el callejos tropezó con algo que no logró ver por la oscuridad y sintió chocar con alguien.

-Oh, lo siento mucho.... - se disculpo y miro a quien había chocado, era un chico más grande que su hermana de cabello castaño y de ojos dorados.

-Un lo siento no es suficiente, acabas de invadir mi espacio... - hablo firme y en tono molesto.

-Perdón esta muy oscuro y no vi por donde iba... - se disculpo nuevamente y se dio la vuelta para salir del lugar y volver con su hermana, algo en su pequeña mente le decía que algo malo pasaría.

Escucho a su hermana llamarlo.

Cuando estaba apuntó de responder a su llamado sintió como tapaban su boca y su nariz impidiéndole respirar y sentir como si su vida dejara su cuerpo lenta y dolorosamente.

-No te preocupes niño "Tenko" Pagarás haberme contagiado de tus germenes.

Fue lo último que escucho antes de que una oscuridad fría lo abrazara por completo.









Despertó en lo que para el y su mente comprensiva entendía era una celda.

Tenía unas cadenas en su pequeño, delgado y fregil cuerpo, una en cada tobillo, otras en sus muñecas, una en la cintura y otra en su cuello.

Aquello de fierro pesaba demasiado para el niño, jalaba y estaban muy apretadas, podía ver como alrededor de las cadenas su piel estaba de un color rojizo.

Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas al no saber que era lo que estaba sucediendo hasta que una voz lo hizo volar.

-¿Como te llamas niño?... - preguntó un adulto de cabello celeste y con mechones púrpuras.

Una semana.  - DabiShiga-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora