Blood Crown +21

Capítulo 4

⚜Behemoth⚜

En algún lugar del okean sveta (tiempo)

El agua se extiende calmada bajo el negro cielo, permitiendo que se observe su extensa capa oscura sobre la que se mantiene a flote el navío. El aire sopla perezosamente, tan suave que apenas se nota siendo una tranquilidad ociosa, mentirosa y envolvente, de aquellas que te hacen sentir seguro, aparentemente.

Capitán Smirov

La vida a bordo del Belyy Volk, el lobo blanco, clase I, como capitán de la armada imperial no es un trabajo fácil ni sencillo, al contrario, demanda tiempo, atención e inteligencia, así como muchas otras virtudes que pocos alcanzamos. Para nosotros tener una vida fuera del cargo es un lujo que no todos alcanzan, no cuando eres una persona con numerosas flotas importantes a tu cargo y todo se vuelve aún más complicado, sin embargo, también está la gloria que trae; la gloria de los triunfadores. La que no cualquiera es capaz de obtener, el lugar de los grandes, de los valiosos y merecedores, como yo.

Cazar un navío pirata para nosotros es fácil, un juego de niños, pues no hay muchos ignorantes dispuestos a meterse con la armada imperial de Zemlya Sokrovishch. La flota oficial es buena en su trabajo, pero nosotros somos superiores, lo saben, al igual que todos. Ese fue el motivo por el que su majestad me pidió directamente que me hiciera cargo de la captura de Behemoth. Nuestra armada es famosa por sus logros y ahora estamos por sumar uno más con la caída de la falsa leyenda.

Hace un par de días, recibimos información del imperio Lóng Dì Dìfāng, sus flotas, que están cerca de la frontera, avistaron el andar de una flotilla sospechosa que se dirigía hacia al norte, donde inicia nuestro territorio, por las características que describieron y la información que tenemos de ellos nos hace pensar en que son дети ночи los hijos de la noche, la flotilla de Behemoth "la bestia", nada más que una bola de perdedores con algo de tiempo para fastidiar.

Durante años hemos oído testimonios de lo sangrientos, brutales e invencibles que son, pero realmente no me impresionan, no son nada fuera de este mundo. Lo único grande que pueden ser: es la escoria del mundo que viene a caer frente a nosotros, sabemos que son peligrosos, pero como nuestra flota, nadie.

Como cada día desde que nos movilizamos revisó el estribor con el telescopio, no es parte de mis obligaciones, mucho menos de mi rango, pero me gusta hacerlo. Mis hombres trabajan y Dan, el jefe de máquinas, me trae el reporte de las galeras, donde no hay mucho que comprobar, hasta ahora todo marcha bien y de forma calmada. Con este día llevábamos tres a bordo y la búsqueda empezó a tornarse aburrida. Esperaba más de ellos, al menos con su reputación de procedencia.

Las aguas continúan calmadas, el cielo sin estrellas, y en la proa los soldados cumplen con sus rondas. Mi hora de descanso comienza pasada la media noche, así que aprovecho para dormir el poco tiempo del que dispongo antes de que amanezca. Sin embargo, no puedo hacerlo porque de inmediato la puerta es casi derribada a golpes.

– Informe.

– Mi capitán – eleva el saludo con apuro– una nave desconocida se acerca a estribor. Avanza a una velocidad aproximada de 30 nudos, sus dimensiones nos sobrepasan al igual que la tripulación, capitán– me extiende el telescopio para revisar.

No hay duda de sus palabras cuando lo veo yo mismo. El barco, si se le puede llamar tal manera, es un monstruo gigantesco de dimensiones incomparables, colores oscuros, grandes velas negras y una hipnotizante figura tallada en el frente, la diosa y la perdición de los navegantes. El sonido del cañón resuena en la soledad de la noche y la primera bala impacta en el casco de nuestro barco.