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-Sería mejor que te acompañe

-Yo puedo, está bien -dije abriendo la puerta del auto.

Deduje que Taehyung había salido también ya que la otra puerta sonó indicándolo.

Sostuve mi cabeza y creí que iba a caerme si no es porque sus brazos me sostienen antes de que ocurriera.

- ¿Estás muy mareada? -me pregunta mientras yo me valía para sujetarme de sus brazos.

Eun-Sang me rogó quedarse con Lisa y mi amiga prometió traerla mañana temprano. Sin otra alternativa le permití quedarse un poco más en la fiesta y que después Lisa se encargara de cuidarla. Yo estaba mareada y las náuseas eran espantosas, además estaban las ganas de vomitar. El mundo se me va a veces y mentía cuando decía que podía sola.

Era la ayuda de Tae o no llegar siquiera al lobby.

Con cuidado me condujo hasta el sofá y me ayudó a tumbarme. No podía más del dolor de cabeza así que me recosté.

Tae se sentó a mi lado y tras dejar la llave de su auto sobre la mesita de noche tomó mis piernas para ponerlas sobre las suyas y deshacerse de mis tacones los cuales ya me molestaban.

-¿Tienes alguna pastilla para el dolor?

-En la puerta del refrigerador tengo varias medicinas. Quedaban algunas de esas en una tableta si no me equivoco, ¿puedes ir a ver?

-Claro, ya voy, espera -se levantó y de reojo lo vi caminar hacia la cocina.

Pasaron unos dos minutos y volvió con un vaso con agua.

Me senté y lo tomé. Tae cogió el vaso de cristal y lo colocó junto a la llave en la mesita de centro.

-No puedo dejarte en estas condiciones. Si quieres vamos a un doctor.

-No, es sencillo, con la pastilla se alivia, ya me ha pasado antes. Las náuseas no, creo que tengo hambre.

En ese momento mi estómago rugió poniéndome en evidencia.

-Sí, eso parece-dijo riendo- ¿Puedo preparar algo?

Lo miré y reí, contagiandolo un poco- Soy muy joven para morir ¿No te parece?

-Venga, pero puedo hacer cosas sencillas.- se defiende

-Hay... ramen. Solo mételo al microondas y en unos minutos está.

-De acuerdo

-Bien, entonces, iré a cambiarme de ropa -dije señalando la puerta de mi habitación.

Él asintió y por último se fue a hacer lo que que le pedí. Sin más, entré a mi de cuarto. Encendí las luces y busqué algo cómodo que usar. Encontré un short rosa y una blusa de tirantes, ambos iban a juego como pijama.

Apagué las luces nuevamente y salí para ver a Taehyung sacando el frasco del microondas. Lo cerró y lo apagó. Se giró y nuestras miradas cruzaron. La suya bajó por mi cuerpo y la mía estaba más inquieta que una lombriz cuando le exprimes limón.

-Ya está listo. Encontré Kimchi así que lo calenté también -dijo poniendo los palillos al lado de los alimentos.

No hice más que acercarme y tomar asiento. Él hizo lo mismo pero al lado mío.

Lo miré antes de comenzar comer. Y si, el hambre voraz me llega de improvisto y yo tengo que arreglármelas comiendo a cualquier hora. No me importaba Taehyung, realmente tenía hambre y creo que eso es lo más imprescindible aquí.

-¿Prefieres que... encienda la luz?, está algo oscuro.

-Descuida. En la madrugada usualmente dejo las luces apagadas.

Broken Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora