El chico que deseo

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Todo comenzó por una taza de café caída sobre el teclado.
Si, parece algo simple pero importante, para nuestro trabajo es muy valioso y el tesoro mayor preciado. Con el ordenador nos permite trabajar y realizar todas nuestras tareas.
En mi despacho hay dos mesas de trabajo ya que es bastante grande. Mis padres siempre me han educado que hay que socializar con todos los compañeros de trabajo ya que nos permitirán hacer el trabajo más ameno, pero con Cobo imposible, no es una persona que se le pueda habar, es muy cerrada y bastante, por no decir muy odiosa. En los 4 años que llevo aquí nos habremos cruzado tres o cuatro saludos como mucho.
La empresa esta formada por el jefe que se llama juan la secretaria Sofia y después están los departamentos, el mío y el de Hugo son los de administración, después hay varios departamentos más en nuestra empresa ya que es bastante importante en el país.
Hugo es mi amor platónico desde la primera vez que lo vi, el día que entré en las oficinas para hacer la entrevista. No sabéis lo que es esa persona solo verlo sentado. Pero, sin embargo, mi obsesión ha disminuido con los años porque nunca hemos cruzado palabra ni ha notado mi presencia, aunque lo acoso ligeramente todos los días.
Me permito unos minutos para descansar la vista de la pantalla y estirar los brazos.
Me levanto y camino un poco por el despacho hacia un punto donde puedo observar la calle para poder estirar mis piernas.
Miro de reojo y veo como Hugo esta en su despacho sentado en su escritorio trabajando con su ordenador y miles de hojas por la mesa.
Me acerco a un ventanal, lo abro un poco
- Eva: bunas compañero
Pero Hugo no contesta y pasa de mi