13 de agosto de 2018. Verano en Londres.
Esa noche de fiesta Cecily había conocido a algunos de los amigos del chico con el que se veía de vez en cuando. No tenían nada serio, era probablemente un tonto rollo de verano, pero esa noche en un bar que ambos frecuentaban habían coincidido y él había querido presentar a los llamados Serpientes, pues así se hacían llamar su grupo de mejores amigos y él.
- Así que tú eres la novia de Harry de la que tanto habla - le había dicho uno de los chicos mientras la acompañaba a la barra a por una cerveza.
- Bueno a ver, novios no somos...
- No le he visto sonreír así por nadie. Si no lo sois, créeme que pronto lo seréis. Soy Gabriel por cierto - se presentó él con dos besos.
Ella se estremeció.
- Lo sé, me lo ha dicho Harry antes. ¿Eres de aquí?
Él se mordió el labio.
- No lo parezco lo sé, pero de hecho sí. Mi madre y toda la familia por parte materna son italianos. Pero yo nací en Londres.
Estaba claro que de algún otro sitio tenía que venir esa tez morena y esos ojos ámbar tan poco comunes en Inglaterra. Quizás era lo que hacía al chico tan estúpidamente atractivo y lo que le generaba esa sensación de deseo que la había hecho estremecerse, cuando él se había acercado para darle dos besos.
- Y ¿Qué tienes pensado estudiar Cecily?
- Pues no lo tengo muy claro la verdad. No sé qué quiero hacer con mi vida, solo sé que quiero viajar por cada rincón del mundo, descubrir sitios nuevos.
Él sonrió.
- No sabes lo mucho que me identifico con esas palabras.
Justo antes de que Cecily pudiera preguntar, alguien que pasaba con prisa desmesurada empujó, aunque no a propósito a Gabriel, quien chocó contra la chica de ojos azules, causando unos segundos de pura incomodidad, o tensión para ambos, que habían rozado sus cuerpos durante un segundo y aún así había generado un acelero en el corazón de los dos jóvenes londinenses.
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UN BESO EN EL DANUBIO
RomanceCecily abandona Londres por un año, gracias a una beca de movilidad ofrecida por su universidad, dejando así atrás un verano doloroso donde terminó una relación tóxica que la había consumido totalmente por dentro. Pero, para su sorpresa, con su lleg...