Capítulo 4

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Tres semanas habían pasado desde que comenzaron las clases y todo iba de maravilla, hasta que llegó el lunes de la cuarta semana. Un grupo de dos caninos alfas se la pasó molestandole desde la mañana intentando sacarle de sus casillas para así tener un enfrentamiento. Anne los ignoró hasta que pasó a su clase de educación física donde decidieron bloquearle la entrada al baño. Estando algo cansada intentó hablar con ellos de forma calmada para que le dejaran pasar pero estos se negaban rotundamente y tan solo subían su nivel de agresividad por lo que finalmente terminó enredandose a golpes con ambos alfas. Cabe mencionar que Yunan,quien era su maestra de educación física y un labrador retriever alfa de un corto pelaje rubio acompañado de unos ojos amarillentos, miró hacia otro lado desviando cualquier atención de los dos alfas mientras recibían una paliza pues había visto su comportamiento desde hace rato y se decidió en dejar que recibieran su merecido, después de todo ellos se lo habían buscado.

Habiendo terminado con ambos alfas logró entrar al baño pero notó que alguien le había seguido y ese alguien resultó ser nada más y nada menos que Sasha. Al principio pensó que la felina se había equivocado de baño ya que estos estaban divididos. Alfas y omegas tenían sus diferentes baños, los betas por otro lado eran libres de entrar al primero que estuviera cerca aunque optaban más por usar el de omegas. Cualquiera podría equivocarse si estaba en apuros pero esta vez la felina no se había equivocado. Se acercó a paso lento hasta acorralar a lo que era un confundido lobo en la pared, tomó el cuello de su camisa y le jalo haciéndole quedar a su altura. Su rostro estaba peligrosamente cerca y su cola se había enredado en una de sus manos. La felina no decía palabra alguna, solo se podía escuchar un leve ronroneo de su parte. Intentó ir por lo que la alfa pensó sería un beso pero no logro nada, Anne se había enderezado por completo para evitarlo y opuso resistencia cuando la omega intento volver a tirar del cuello de su camisa y Sasha, no queriendo darse por vencida, se acercó más y se paró en la punta de sus pies logrando estar a la par con la alfa. Cintura contra cintura, cuerpo contra cuerpo. La alfa estaba entrando en pánico, la felina le había pegado por completo a la pared, rozaba sus labios contra su cuello y una de sus manos había encontrado camino por debajo de su camisa y yacía acariciando su bien trabajado abdomen. La estaba provocando y lo sabía, su olor daba a saber que no tenía buenas intenciones, o al menos, no tan inocentes. Debía moverse si quería salir de ahí virgen y que sus instintos no la traicionaran.

- Eso fue un dos contra uno - habló la felina.

Un ligero escalofrío recorrió su espalda al sentir el cálido aliento de la omega contra su cuello.

- Debo admitir que eso fue increíble y algo atractivo - continuó - fácilmente los pusiste a tus pies -

- Sash... -

- Me atraes -

- Sasha... -

- Todo en ti me atrae, sabes? -

Podía sentir como sus labios se movían para hablar o cada vez que formaban una sonrisa, podía sentir su respiración, podía sentir como aún acariciaba su abdomen, ese dulce olor que aún no lograba descifrar estaba comenzando a nublar su juicio y esa suave caricia en su abdomen empezaba a gustarle. Notó que inconcientemente se encontraba tomando a la felina de las caderas intentando atraerla lo más posible. La omega dejo su cuello y le miro un momento, esos orbes color rubí, tan traviesos, tan hipnotizantes, tan provocadores.

- ¿Que dices, si intentaramos algo? - preguntó la omega.

Justo después de hablar terminó por besar el cuello de la alfa sacándole por completo de aquel trance al que le había llevado.

- ¡Demonios! - Exclamó - ¡No! -

Estando en sus cinco sentidos y con cierto pánico de vuelta la alfa rápidamente desenredo su mano de la cola de la felina, le apartó sus manos, le empujó y salió de aquel baño como alma que lleva el diablo.

Te Quiero A Ti - (Marcanne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora