Te Quiero A Ti - (Marcanne)

Capítulo 6

Del silencio sepulcral en el que se encontraba se hizo presente un sonido, no tan agudo pero lo suficientemente molesto para sus orejas, lo bastante molesto para su tan sensible y desarrollada audición. El timbre había sido activado, dando por terminada otra hora de clases. Con pereza tomó sus cosas, se levantó y salió de su aula de clases directo a su casillero donde se aseguró de dejar todo, luego dirigió su andar a la cancha, más a los vestidores de esta y a paso lento a propósito. Solía cambiarse a su ropa deportiva cuando ya todos habían salido, era más cómodo y le brindaba algo de paz por un momento. Podía estar a solas con sus pensamiento al menos unos dos minutos. Dos minutos ya que a los tres alguien vendría a buscarle.

- Lobo -

O mejor dicho, a tentarle.

- Tanto tiempo -

Como de costumbre, la felina aprovechaba cualquier oportunidad para estar a solas y provocar a su lobezno favorito.

- Sash -

La omega aprovechó que su objetivo, o más bien su presa, se encontraba sentadada en uno de los bancos y se posicionó detrás de ella, poso sus manos en los hombros de la alfa y comenzó a masajearlos lenta y suavemente.

- Estas tensa - mencionó la rubia - ¿Algo te molesta? -

- Matemáticas - respondió la morena.

La omega dejó salir una carcajada y continuó con el masaje, el lobo en sus manos pareció relajarse, cerró sus ojos y se permitió disfrutar lo que ahora consideraba una buena caricia de parte de la felina.

- Esto es agradable - comentó la alfa.

- Hasta que por fin lo admites - le dijo la omega.

Otra carcajada fu echada, esta vez de parte de la alfa.

- ¿Piensas quedarte aquí o vas a salir? - preguntó la felina.

- ¿Entonces no quieres estar aquí conmigo? - preguntó la alfa.

- Oh créeme, si quiero - ronroneó la rubia.

- ¿Entonces que te detiene? -

Desde hace bastante le gustaba seguirle el juego a la omega y esta parecía disfrutarlo.

- ¿Es broma? -

- Es broma pero si quieres no es broma -

- Si quiero pero si es broma no quiero -

- ¿Entonces? -

- ¡Venga! -

La felina le abrazo por el cuello mientras dejaba salir una que otra risa. Sin previo aviso afianzó su agarre y comenzó a dejar besos por el cuello y mejillas de la alfa de forma juguetona.

- Ahora no te escapas - aseguró la omega.

- Ya veremos, preciosa - replicó la alfa.

El momento era algo lindo a su manera, el ambiente era algo más juguetón. En sí las emboscadas de la omega, aunque no disminuyeron, ya no eran tan serias como antes ni tenían las misma intenciones. Antes solo quería reclamar ese lobo como suyo, ahora el objetivo de sus encuentros era intentar provocarle para molestarle un rato. Era más un juego amistoso. Honestamente, a la felina no le molestaría tener una relación con la alfa, al contrario, estaría más que encantada pero Anne, sin decir palabra alguna, le había dejado en claro que no tenía ningún tipo de interés romántico hacia ella así que se decidió en no intentar forzar nada y dejar que las cosas pasaran como tenían que pasar.

- Sabes, me encantaría echarle un vistazo a ese bien formado abdomen de nuevo -

Aun así, nada de lo anterior significaba que dejaría de ser tan atrevida como siempre con su querido lobo.