Capítulo 12

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¿La habitación?

Obscura.

¿La cama?

Ocupada.

¿Por uno?

Por dos.

Entre calurosos suspiros y jadeos pesados se permitía explorar ese cuerpo que tanto estuvo ansiando.

Carente de ropa.

Siendo solo el sonido de sus cuerpos en movimiento entre las sábanas lo único presente en la recamara.

Y la luna su único testigo esa noche.

- Anne... -

Junto a la dulce melodía que escapaba de los labios ajenos, marcaba con besos cada parte de aquel delgado y majestuoso cuerpo, acariciando agilmente puntos sensibles que había marcado para hacerla suspirar, manteniendola a su merced.

Sintiendo como sus suaves manos acariciaban su cuerpo.

Y como sus cortas garras arañaban su espalda al arremeter contra ella, clavándose como espinas según aumentaba en fuerza y velocidad, asegurándole que hacía un excelente trabajo.

Embriagada por ese olor.

- Anne... -

Hipnotizada por esa voz.

- Anne -

No quería dejarla ir.

- ¡Anne! ¡Despierta, llegarás tarde a la escuela! -

- ¡Mar-Q-que-cu... huh...! -

- ¡Vamos cachorro! No querrás que te den un boche. ¿No? -

Un par de toques en su puerta seguido de las voces de sus progenitores le despertó.

- Pero... -

- El desayuno está listo, apúrate a bajar -

Respiró profundo y miró a su alrededor.

- ¿Qué...? -

Sin duda era su habitación.

Miró a su lado.

Vacío.

Apretó los dientes y las sábanas a sus extremos en frustración.

Otra vez ese maldito sueño.

Ese mísero reflejo de sus deseos más salvajes.

Deseos que sólo eran provocados por una persona en específico.

Jamás pensó que algo así fuera posible.

Los lugares obscuros a los que viajaba su mente.

Aquello tan primitivo que comenzaba a sentir, propagándose como si fuera viral.

Lo sabía.

Sabía que era ella, la causante de todo.

Ella.

- Ohh, Marcy -

Y cómo lo odiaba.

Sobre todo porque al final solo despertaba para darse cuenta de que nada había sido real, si no que solo un maldito espejismo.

Despertaba para encontrarse con aquel lado de la cama completamente vacío.

Con una conciencia sucia ante tales imágenes.

Y con un problema entre las piernas que sólo podría calmar con agua fría.

- Maldita sea -

A regañadientes, se levantó de su lugar, tomó su toalla y salió de su habitación. Asomó la cabeza observando que el pasillo estuviera despejado y al no ver nada se apuró a salir directo al baño, antes de que alguien viera la situación vergonzosa en la que su cuerpo se encontraba.

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2023 ⏰

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Te Quiero A Ti - (Marcanne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora