Tic-Tac suena el reloj

¿Sabes que me importas?

Hace 5 años

Narrador Omnisciente:

Dos chicos de 11 años estaban sentados bajo un árbol, ambos eran grandes amigos, y ese era su lugar, su lugar seguro, donde podían alejarse de todo y estar a salvo, el mundo que estaba allá afuera les daba miedo, necesitaban un lugar para escaparse, ese árbol estaba lejos de todos, de todo.

Henry y Jack hace ya casi un año que se conocían, después de que a ambos los tiraron en unos contenedores de basura su amistad fue creciendo, tenían varias cosas en común y varias cosas en las que diferían, tal como debía ser.

Narra Henry:

Cada vez se me hace más difícil aguantar las palizas, mantener una sonrisa, mis padres no tienen idea de lo que me pasa, le llaman etapa, no sé, solo hay alguien que me comprende, que hace que siga adelante, ¿Sabrá Jack cuánto significa para mí? No, no lo creo, no solemos hablar mucho de sentimientos, pero algo me dice que estamos igual.

- Oye Henry

- ¿Hm?

- Cuando seamos grandes, y podamos escapar de todo esto, ¿Te gustaría acompañarme en mis aventuras?

- ¿Lo dices en serio? Claro que sí, podemos ir lejos, en donde nadie nos moleste, tú podrías escribir libros, tienes un don para crear historias, y yo tal vez pueda hacer dibujos sobre cada lugar a donde vayamos.

- Podríamos ir a las ruinas de Grecia o a las cuevas de Vietnam

- Yo pensaba más bien en algo como las pirámides de Egipto o la selva del Amazonas

- ¿Y por qué no ir a todas?

- Jeje, sí, ¿Por que no?

Este chico es un soñador, me encanta como puede crear miles de historias en su cabeza y yo trato de captar sus ideas y dibujarlas, creo que ambos nos apoyamos el uno al otro, creo que por eso seguimos aquí.

En fin, siempre tiene que acabar lo bueno, James, Lucas y Adam se encargan de ello. No somos los únicos que sufren por ellos, nadie hace nada, tal vez deberíamos hacer algo, alguién tiene que decir lo que pasa aquí, pero nadie se atreve, la verdad es que yo tampoco.

Tal vez algún día alguien se atreva a decir algo, tal vez así todo esto acabe, sí, así debe de ser, y tal vez, tal vez deba hacerlo yo, tal vez pueda ser como uno de los héroes de las historias de Jack, tal vez pueda salvarnos a todos.

A lo mejor así al fin podamos Jack y yo viajar por el mundo, escribir y dibujar nuestras aventuras, nuestros padres al fin estarían orgullosos de nosotros, a lo mejor en cuanto seamos famosos el padre de Jack regrese, y mis padres ya no se la pasaran trabajando tanto, al igual que la madre de Jack, sí, todo irá bien.

A lo mejor también soy un soñador, como mi amigo, a pesar de lo que mi padre diga, soñar no es tan malo, al menos no me parece así.

- Hijo, ya deja de fantasear, todos esos sueños que tienes no se pueden hacer realidad, no vives en cuentos de hadas, aquí todo cuesta, todo tiene un precio, y por mas que trabajes y trabajes no llegaras a ningún lado.

- Pero papá, no son fantasías, hay gente que sí lo logra, personas que vienen desde abajo.

- Ellos tienen suerte, ¿Sabes cuantos más también lo intentan? Muchos más, y nunca lo logran, y arriesgan todo y no obtienen nada. Mira, lo entenderás cuando crezcas, tú mismo lo vivirás. Pero recuerda mis palabras, recuerda que te he avisado.

No, mi padre está mal, le demostraré que está mal, seré de las personas que triunfan, y le demostraré que no es solo suerte.