ÁMAME UNA VEZ MÁS

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Holiiii... Aprovecho este tiempito para subirles un capítulo más.

Espero disfruten la lectura de hoy, 😻.

💟💟💟


Capítulo 22: 

ÁMAME UNA VEZ MÁS

💟

Raquel

Después de la ceremonia, todos pasamos a la “Indomable”, donde se realizó la recepción de invitados.

Sergio y yo llegamos a la Hacienda y los invitados empezaron a aplaudir por nuestro ingreso al lugar.

Entramos tomados de las manos. Y nos fuimos a nuestra mesa principal. Esta vez, la mesa principal estaba compuesta por: nosotros, los esposos, Andrés junto con Alicia, Martín junto con Luiggi y los doctores Hierro: Zulema y Antonio.

Para mi mamá, esa fue una burla y no se quedó a la fiesta; como siempre mi papá y mi tía Marivi la siguieron a casa. Sin embargo, esas actitudes de mi madre ya no me dolían. Por fín, yo tenía mi propia familia y cada vez se hacía más grande.

Los invitados empezaron a bailar y a divertirse. Sergio y yo nos divertíamos mirándolos. Brindamos, yo con zumo de naranja y él con su copa de champagne. Las cautelosas caricias y los besos se hicieron presentes entre nosotros mientras disfrutábamos, a nuestro modo, nuestra fiesta. 

En un momento determinado de la ceremonia se anunció el vals de los novios. Y volvió a escucharse el danubio azul.

Las melodías empiezan a sonar a través de los parlantes. Sergio toma mi mano entre la suya y nos direcciona al centro de la pista de baile. Coloca su otra mano en mi cintura y yo, mi otra mano, en su hombro. Nos movemos lentamente al son de las bellas melodías que entrelazan la canción. Nuestras miradas se conectan. No necesitamos decirlo con palabras, bastaba solo tenernos cerca, moviéndonos al son de la melodía que marcaba un nuevo comienzo para nosotros. Terminamos el vals con un beso y los invitados aplaudiendo, volviendo así a aperturar la pista de baile para los invitados.

—¿Te sientes bien, amor? — Sergio coloca su mano en mi mejilla

—Sí, sí cariño. Estoy mejor. Estoy feliz. — Le doy un beso corto.

—Gracias por hacerme el hombre más feliz, Quel. — Apoyo mi cabeza en su hombro 

—Yo te amo a ti, mi amor...Oye señor Marquina, quiero fugarme con mi esposo. ¿Me ayudas?

—Mmm, me parece buena idea.— Me besa la curvatura del cuello.

Tras un par de arreglos, salimos de la hacienda rumbo a nuestra cabaña; donde pasaríamos nuestra noche de bodas.

***

Al llegar a la cabaña, me percato que en el lago hay unas velas sobre el agua. Sergio viene detrás de mí y me abraza cerrando sus manos en mi vientre.

—¿Te gusta? —Me pregunta con una sonrisa.

—Me encanta, pero no más que tú, señor Marquina. Tú sí me fascinas. — Le digo volteándome para estar frente a frente.

BODAS DE ODIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora