II: "...This life is full of decisions..."

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El alcohol, gran vicio y perdición de muchas personas.

Tiene la cualidad de brindar una felicidad instantánea pero también esporádica, una que se va como agua entre los dedos.

Tan rápido que ni siquiera eres capaz de visualizar cuando estás de vuelta a la realidad.

Esta bebida es algo vital en muchas festividades, tanto informales como formales, desde una simple reunión de reencuentro hasta una boda grande.

La pregunta era, ¿por qué algo tan dañino sería tan deseado?

Fácil, porque te ayudaba a olvidar los problemas al mismo tiempo que te permitía divertirte de una manera particular, llegando a ser demasiado extrovertido.

Kousuke sabía eso de antemano.

Recordaba a la perfección que, gracias a que su esposo tomó un poco en su boda, pudo decirle enfrente de todos cuanto lo amaba.

Pero de lo que aún no se daba cuenta nuestro querido profesor es que hay una gran diferencia entre emborracharse en fiestas donde estás feliz y tomas aumentando esa felicidad, a hacerlo solo por mero placer tratando de agobiar las penas de tu corazón.

-Querido Kou, se te hace tarde-Llamo Hojou preocupado viendo el reloj a su lado mientras su amigo pelinegro volvía a pedir más bebida.

-Un trago más y ya, Masahiro puede hacerlo solo, los niños ni siquiera me quieren, no entiendo porque debería presentarme a una fiesta donde no importo.

-Vaya Kou, jamás creí oí decirte eso, sobre todo porque al fin conseguiste lo que tanto habías deseado.

-Es la verdad, estarán mejor sin mi, ese deseo que tanto quería se ha convertido en una pesadilla en todos estos años de monotonía.

-Kou, ¿de verdad estás diciendo eso? ¿No se te olvida un detalle?

-Para nada, estoy más claro que nunca, los niños no me quieren, solo a Massy.

-No estoy muy seguro de ello, pero si fuera así, ¿qué pasa con tu esposo? ¿No piensas en él? ¿Se te ha olvidado cuanto te ama?

-Dejemos eso de lado y disfrutemos-Corto Kousuke de forma seca tratando de dejar de lado al rubio de ojos verdes que tanto estaba lastimando.

Hojou estaba por hablar, pero una chica de cabello corto negro con malicia se acercó y besó la mejilla del pelinegro dejando al detective bastante anodadado.

-Estoy disponible toda la noche, por si gustas, precioso.

Kousuke sonrió algo ebrio mientras recibía una tarjeta con un número escrito al reverso.

Era obvio que eso era un servicio sexual, cosa que el detective trató de detener.

-No nos interesa, gracias, además, ambos estamos casados.

-Ser casados no les impide poder tener una gran noche de placer.

-Pero...

-Hojou, basta, no seas tan cruel-Cortó el ojigris para volver a ver la mujer con algo de perversion- Lo tendré en cuenta, linda.

Una vez que la chica se fue, Hojou soltó una cachetada al contrario de forma fuerte con ira clara en sus ojos.

-Te traje aquí para relajarte y llegarás mejor con Masahiro, no para que lo engañarás.

-Es solo una broma, tu siempre las haces, no veo el problema.

-De muy mal gusto, ¿sabes qué? Te llevare a casa antes de que hagas algo de lo que te puedas arrepentir.

Nadie sabe lo que tiene...Hasta que lo pierde...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora