❝ ᴏʀᴅɪɴᴀʀɪᴏ ❞ ┃𝚇𝚒𝚗𝚐𝚢𝚞𝚗

¿Cómo te imaginas el futuro?

Futuro.

Muchos hablan de eso como algo lejano, una cosa de lo que nadie debía preocuparse si al final el presente era lo que importara.

"Tus ojos deben estar en el ahora" decían, Chongyun pensaba constantemente en el paso del tiempo. Mientras más se quedaba observando a las personas crecer y cambiar, más cuenta se daba que el "ahora" siempre se iba, y el futuro estaba mucho más cerca de lo que todos pensaban.

Claro, alguien tan prometedor dentro de una familia de exorcistas, todos lo señalaban como una persona que cambiaría el futuro del negocio. El futuro siempre estaba presente en su vida y lo repetían constantemente.

"Seguro que en unos cuantos años más se volverá alguien más apuesto", "¡Definitivamente él hará una gran hazaña que pondrá en alto el título de exorcista!", "Espero que pueda contraer matrimonio con alguien de un buen parecer."

Suposiciones, todos siempre suponían, planeaban, esperaban demasiado de alguien tan joven como el de hebras celestes.
No le importaba demasiado desde que tenía memoria, siempre se había esforzado lo suficiente para complacer todos esos ideales que la gente ponía en él.

No decepcionaba a nadie, y si eso hacía que estuvieran felices estaba bien. Incluso si no conocía lo que genuinamente era la felicidad estaba bien.

Pero, conocer a Xingqiu había cambiado por completo su vida. Esa sonrisa, esos ojos, su forma de ser, el hecho que era libre de decir las cosas y de hacerlas por mero placer.
Por primera vez se había preguntado si esas ganas de hacer las cosas porque simplemente quería y lo disfrutaba era ser feliz.

Una gran parte de su vida reprimió sus sentimientos, "eso te descontrola" le advertían, todos le habían hecho ver que sentir para él, era malo y peligroso.

Cosas tan básicas como reír porque te divertías, o llorar porque te ponías triste, no se lo permitía ni él mismo. La gente no le hablaba por lo poco expresivo que era, nadie podía sacarle una buena conversación más allá de su ocupación y lo duro que entrenaba para merecer ese título de exorcista.

Por eso mismo, Xingqiu era una parte muy importante en su vida, alguien que cambió por completo la forma de ver su vida, fue la primera persona que lo impulsó a esforzarse por voluntad propia, y no porque alguien lo deseaba de esa forma.

"¿Qué crees que pasará en el futuro? Yun-yun."

Esa pregunta que alguna vez el espadachín le dijo se repetía constantemente, todos siempre pensaban en el futuro, Chongyun se conformó por un momento en simplemente "ser el mejor" pero ahora ya no era suficiente.
Nunca había pensado algo que él quería, algo que quisiera hacer en el futuro, con quién quisiera estar.

"Yo quiero estar con Xingqiu."

Entonces, su mente perdida encontró respuesta a esa pregunta que hace años se le mencionó, de repente, como si en alguna manera ayudara a finalmente encontrar paz entre la maraña de pensamientos que era ahora.

Chongyun no se imaginaba un futuro sin Xingqiu, uno donde ambos se olvidaran del otro y formaran su vida a parte. Porque el exorcista quería que el joven lector fuera parte de su futuro así como era parte de su presente y de su pasado.

Sin embargo, su miedo lo detenía a querer dar el paso y tomar como algo propio ese sentimiento, si todos lo sabían, ¿cómo reaccionarían?

La familia (o casi toda) de ambos aceptaban su amistad, como los dos herederos que llevarían a lo más alto el nombre de cada ocupación a la que se dedicaban; Chongyun con el negocio de exorcismos, y Xingqiu con el clan Guhua.

Así que, era normal que estuvieran prontamente atados a un matrimonio del que, por su parte, desconocía si en algún punto lo aceptaría.

Chongyun quería estar con Xingqiu, pero no como su amigo, y a su vez, deseaba dejarlo fuera de todo este enredo cuando la gente se enterara. Estaba seguro que una gran parte de Liyue no estaría de acuerdo, incluyendo a su familia, ya que rompía por completo esa idea de tradición.

Lo desconocerían por completo, lo echarían, lo aborrecerían.

Y por eso no dejaba de darle vueltas, Xingqiu era alguien que luchó por todo su futuro, y no merecía ser arrancado de ello solo porque su amigo resultó estar enamorado de él, saliendo de esa forma chismes sobre ambos ya que se la pasaban juntos.

"¿Y a quién le importa nuestro futuro más que a nosotros?"

La imagen del chico de cabellos azules dándole otro de sus tantos reproches hacia la forma en la que el exorcista se preocupaba de los demás, salió a la luz.

Y no porque siempre tenía algo por decir, o que tuviera la respuesta a todas las cosas, sino, porque a veces recitaba lo que de sus libros leía.
Siempre pendiente a lo que este hacía, nunca prestó atención a que un libro siempre descansaba en su mano.

Eso no hacía querer menos a Xingqiu, solo evidenciaba su dispersión cuando se trataba de aquel lector.

La cálida luz de una fogata iluminando una pequeña cueva hizo que Chongyun abriera los ojos. No era común que para su atención se le encendiera fuego, al contrario. . .
Su misma mano tocó su frente ante la sensación de cosquilleo proveniente de esa zona.

Un trapo húmedo y frío.

Probablemente consecuencia de haber tenido envueltos hielos para controlar su aumento de temperatura.

Y ahí vio la sombra de una figura femenina asomarse en la entrada del refugio temporal para el joven. De donde se resaltaba la larga cabellera albina de su acompañante.

── Tía Shenhe. . .