❝ ᴏʀᴅɪɴᴀʀɪᴏ ❞ ┃𝚇𝚒𝚗𝚐𝚢𝚞𝚗

La distancia entre nosotros

“Entre Xingqiu y yo hay mucha distancia.”

Cada vez que Chongyun se comparaba con su amigo, o cada que alguien le comentaba ser muy parecidos en ciertos aspectos, esa frase era mencionada sin dudas. El exorcista, más que sentirse inferior, le enorgullecía poder decirlo a los cuatro vientos.

Mi amigo es la persona más perfecta que conozco.

Quizá por eso, sería normal para ambos que sus vidas se separaran, vivían en mundos distintos y al pasar de los años sus responsabilidades impedirían que se reunieran juntos creando una distancia real a la que, Chongyun, imponía por si mismo. No estaba muy claro si actuaba inconscientemente en contra de su propio deseo al negarse tener sentimientos hacia Xingqiu, pero él mismo construía una barrera imaginaria que realmente no existía, como si su amigo no lo tratara de una forma más especial que los otros.

Para Chongyun, el joven lector solo lo trataba de la forma en la que lo hacía por mera amabilidad, quizá por capricho, pero no se sentía especial de entre todos los habitantes de Liyue o de todo Teyvat. Si como primer lugar de todo, Chongyun era un ser común y corriente, una persona ordinaria sin nada muy especial que mostrar.

Si bien era conocido de forma mediana gracias a la afección que todo exorcista tenía por herencia, y que este mismo heredó en cantidades increíbles, no destacaba más de ahí.
Su sueño de ser famoso por enfrentarse a grandes espíritus malignos, y hacer exorcismos bastante efectivos solo se quedaba en la fantasía misma de Chongyun. Porque más que ayudarlo, su Positividad Congénita le estorbaba.

Ojalá nunca hubiera nacido de esa forma.

Estaba siendo demasiado negativo con respecto a su situación, pero no era raro ver que este mismo tenía sus días y sus días donde Xingqiu más que nada se encargaba de darle consuelo, así como darle ánimos a seguir su camino como el mejor exorcista de Teyvat.

Pero, ¿cómo podía este darle ánimos si quien causaba ese sentimiento era el mismo Xinqiu? Y peor aún, ni siquiera Chongyun se veía capaz de pronunciar palabra al respecto, puesto que le daba miedo todo.
Temía a lo que sucediera cuando los sentimientos que tanto lo descontrolaban salieran a la luz, que la gente viera en lo que era en realidad, y le diera la espalda.

Tenía miedo que se quedara solo, y que su amigo fuera el primero en dejarlo solo, en que se sintiera incomprendido y odiado, en donde fuera una vergüenza para la familia.

Al igual que Xingqiu –o quizá muy distinto a él– su familia era famosa entre un grupo determinado de gente, un grupo donde las noticias, todo tipo de chismes corrían como la pólvora, donde era mejor dar buenas noticias y hazañas increíbles que enorgullecieran a la familia, que mancharla y dejarla en vergüenza.
Chongyun ya había escuchado de sus padres que varias familias habían caído en orgullo por acciones incorrectas provenientes de la generación siguiente, siempre escuchaba rumores, a donde fuera, las personas hablaban, cosas buenas o malas, siempre estaban ahí para comentar sobre la forma en que las personas llevaban su vida.

Incluso, a veces, escuchaba cosas sobre él. Pero prefería fingir que nada de eso pasaba, porque prefería pensar que lo que hacía estaba bien, y así lo creía porque era lo que sus padres, lo que su familia, lo que todas esas personas querían que hiciera y fuera.

“Y. . . ¿Qué es lo que tú quieres?”.

La voz de Xingqiu entonces sonó de repente, hace mucho que tuvieron una conversación similar a lo que sus propios pensamientos estaban debatiendo. ¿Estaba mal acaso seguir las órdenes de tus padres? Entonces, ¿por qué siempre se le repetía que era bueno hacerlo? No entendía.