❝ ᴏʀᴅɪɴᴀʀɪᴏ ❞ ┃𝚇𝚒𝚗𝚐𝚢𝚞𝚗

Valor

Xingqiu es muy valiente.

En cambio Chongyun. . .

A veces el chico no podía negar las afirmaciones que, por una u otra razón, llegaban a su oídos con respecto a su persona.

No importaba si no era muy valiente, si tenía miedo a muchas cosas, porque Xingqiu siempre estaba ahí para darle parte de su valor siempre que iban de aventuras.
Un apretón de su mano, el calor que emanaba de esta siempre le tranquilizaba, eran un dúo imparable a la hora de pelear, el ingenio de ambos siempre hacían que se libraran de peligros.

Chongyun sin darse cuenta se volvió dependiente a esa imagen idealizada de su amigo.

El amor te ciega de los defectos ajenos, y te hace más consciente de los propios.

Aunque no fuera consciente al completo de lo que Xingqiu era en realidad, no negaba que a veces llegaba a ser una sorpresa en ver defectos en este mismo, que al final los olvidaba o los tomaba como una virtud más de aquel chico.

Pero, podía estar seguro que no le temía a nada, siempre se adentraban a lugares desconocidos con la intención de encontrar misterios a descifrar.

Al contrario de él, temía hasta de ir en contra de las órdenes que le daban, de no cumplir con las expectativas de todos, de ser una decepción y una vergüenza de la familia.
No debía ser diferente a lo que Xingqiu cargaba, ambos llevaban el futuro y el peso de ser la nueva imagen del negocio familiar. Una promesa en ascenso.

Por eso mismo creía que debía ser más valiente, ya estaba haciendo un progreso pero, no sabía cómo serlo ahora que su mayor apoyo estaba evitándolo.

── ¡Felicidades! Acabas de echar a perder tu propio trabajo en poco tiempo ──Xiangling con sarcasmo le dijo.

Chongyun suspiró, después de explicarle la situación a su amiga, lo que menos quería era un sermón.

Pero, a decir verdad, muy en el fondo estaba consciente que se lo merecía.

── Gracias por el apoyo moral ──Respondió de mala gana, con el mismo tono o quizá agregando esa pizca de enojo por la situación en que se puso.
El sitio donde hablaban no era el más adecuado, después de todo el Restaurante Wanmin solía encontrarse repleto de gente, pero de alguna forma u otra ambos chicos lograban evitar que alguien se enterara de todo.

Quizá lo inadecuado parecía lo más adecuado en la mayoría de ocasiones.

Chongyun dio un sorbo a su bebida fría, de una mala gana y con esa cara amargada se hundió en su asiento, y entre sus brazos escondió la cara. No tenía idea de lo que haría para recuperar la confianza de Xingqiu.

Es decir, no esperaba que este mismo fuera a corresponderle, pero al menos no deseaba perderlo como su amigo. No tan pronto. . .

── ¡Solo díselo! ──Como si los pensamientos del exorcista pasaran a oídos de Xiangling, esta exclamó, harta de todo este mal de amores.
Era la más consciente de todo, no una experta, pero al menos no se dejaba seducir por la decidia.

Sí, Chongyun había pensado un millón de veces decirle a Xingqiu la verdad, pero socialmente era un desastre, y siempre que estaba a punto de declararse, la duda se apoderaba de él.

Hizo caso omiso a esa orden disfrazada de queja, dejando salir un suspiro pesado.
Xianglimg no era la única que se cansaba de dar vueltas como un idiota, pero parecía que se le daba mejor que otra cosa.