Sabiduría

954 132 74
                                    

¿Cómo se puede nombrar alguien “sabio”? Debía haber algunos requisitos así como para decir que eras un aventurero, o alguien perteneciente a la geoarmada.
Pero para Chongyun era suficiente ver que Xingqiu tenía la respuesta a todas sus dudas, para llamarlo alguien sabio.

Estaba tan maravillado con el gran conocimiento que tenía en distintos aspectos, que en cuanto quería saber algo, acudía a él en primeras instancias. Se olvidaba que existían libros porque, bueno, ese chico de ojos amarillentos ya se lo había leído de seguro.
Incluso quedaba anonadado cuando asistía a esos intercambios poéticos entre Hu Tao y Xingqiu. No podía evitar sentirse feliz de ser el único espectador presenciando esa forma del chico.

“Yun-yun, ¿por qué no me lo preguntaste antes? Pude haberte ahorrado demasiado tiempo si lo hubieras hecho.” Era común ese tipo de reclamos provenientes del espadachín cada vez que se encontraba con aquel exorcista inmerso en un libro.
No es que a este mismo le molestara, es más, confiaba plenamente en él y no se cansaría de decir lo mucho que admiraba a su amigo.

Vaya, a veces pensar que solo eran eso sí que dolía. . .

Pensando mucho, recordó que nunca habían peleado de forma fuerte, podían tener una discusión, pero nunca dejaron de hablar por mucho tiempo. Había escuchado de las personas que esa era un lazo muy fuerte de amistad, después de todo estaban juntos siempre y sabían cómo era el otro; pero para el chico, de cierta forma sentía que a veces no conocía a Xingqiu.
Es decir, sabía su gran fanatismo por los libros, no había texto que haya dejado por fuera; a veces era bromista y tenía una gran sentido de la justicia.

Pero, sentía que algo ocultaba muy, muy en el fondo.

Esa mirada era tan misteriosa y siempre que lo veía le daba la sensación de querer indagar más, quería saber más de él, conocer otras caras que quizá la gente no había visto ni verán. Como por ejemplo cuando hacía sus bromas, cuando miraban el atardecer o cuando iban de aventura.

¿Chongyun se estaba volviendo codicioso? ¿acaso era algo malo querer estar más cerca de su amigo?

De alguna forma, sentía esa duda despertar y tomar control de su mente, siempre que lo veía no evitaba sentirse ansioso, su cabeza quería tomar un impulso para tomarlo y rodear sus brazos en él fuertemente.
Hacía mucho, mucho tiempo quería preguntarle sobre lo que su mente daba demasiadas vueltas, pero al final, no tuvo la suficiente valentía y terminó por preguntar a Xiangling.

No era la persona que confiara en que daría una respuesta medianamente acertada, pero era la más cercana en cierto sentido, y no quería ir con un extraño para una cuestión algo más personal.

── Así que. . . ¿Se trata de un amigo? ──La voz sacó de sus pensamientos al joven, quien perezosamente asintió, realmente nervioso. Se podía escuchar el chocar de los platos y los cubiertos llegar a sus oídos, cierto, estaba en el restaurante.

No podía evitar sentirse nervioso, ¿y si sospechaba algo? Tenía que mantener su compostura, pero, ¿cómo podía hacerlo si había incluso gente alrededor? No quería meter en un lío a Xingqiu, los chismes podían volar en cuestión de segundos y eso le traería más problemas de los que tenía.

── Bueno, o está realmente obsesionado con aquella persona o. . . ──Comenzó a decir la joven después de una pausa para pensar. ── Está enamorado.

Al terminar de pronunciar aquellas palabras dejó congelado a Chongyun, de forma figurativa, claramente. ¿Amor? ¿acaso era posible sentirlo por tu amigo? ¿por otro chico?
No sabía si esa respuesta le había dado más dudas que haberle hecho avanzar, la verdad, sentía que cada vez retrocedía en sus pasos.

Era como si no supiera nada, y a la vez todo de lo que sentía, nunca había puesto atención a tal cosa puesto que lo consideraba un impedimento para su entrenamiento. Se esforzó tanto en no sentir nada, que no conocía nada más allá de la felicidad y la tristeza.

En busca de respuestas, el joven exorcista caminó para buscar a Xingqiu, creía que al ser tan sabio como su mente lo planteaba, quizá le podría dar una respuesta a una pregunta esencial.
No tardó mucho en encontrarlo, lo conocía lo suficiente como para saber que estaría en algún rincón leyendo de forma pacífica.

Suspiró estando a unos metros de distancia, mientras admiraba esas hebras azules bailar al son del viento que soplaba en ese instante, esa sonrisa suave que sus labios formaban, la mirada llena de paz cuando leía. De seguro en su mente estaba proyectando las imágenes que cada palabra describía cierta escena, dándole vida al relato.
No tardó mucho en ser descubierto, los ojos de ellos chocaron, haciendo que el corazón de Chongyun diera un brinco por milésima vez en el día, el contrario cerró el libro y, en vez de darle una cálida bienvenida, el exorcista tuvo que conformarse con la mirada preocupada de su amigo.

── Chongyun, ¿qué pasa? ──Preguntó Xingqiu desconcertado por la expresión de su amigo.

Debía decirlo.

── Tengo una pregunta.

Su mente le decía que debía hacerlo, su corazón no paraba de palpitar fuertemente.

── Dime.

Sus manos temblaban, no era como si le dijera algo importante, pero, ¿por qué estaba tan nervioso?

Dio una gran bocanada de aire, tomaba valor para pronunciar las siguientes palabras, mientras se acercaba. Paró frente el espadachín que yacía sentado en una banca, apretó los puños abriendo su boca.

── Xingqiu, ¿qué es el amor?

La mirada seria de él no contrastaba para nada, con el desconcierto del contrario, las personas de repente se dejaron de escuchar. Estaban en su propia burbuja, lo que Chongyun no estaba seguro es que si estaban en la misma.

Esperaba su respuesta, debía haber una, ¿no? Xingqiu siempre tenía una respuesta, era sabio, debía tener una ingeniosa frase sacada de algún libro, o la cita que tenía la definición de lo que buscaba.

Pero, para sorpresa del muchacho, su respuesta fue un largo tramo de silencio, y al final, una vaga sonrisa.

No lo sé. . .

❝ ᴏʀᴅɪɴᴀʀɪᴏ ❞ ┃𝚇𝚒𝚗𝚐𝚢𝚞𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora