𝙈𝙚𝙢𝙤𝙧𝙞𝙚𝙨 ✮ 𝘗𝘪𝘤𝘰 𝘹 𝘉𝘰𝘺𝘧𝘳𝘪𝘦𝘯𝘥

🍊 • 𝙵𝚒𝚏𝚝𝚎𝚎𝚗 • 🌊

"Miku..."

El peliceleste abrió los ojos, acostumbrándose a la tenue luz lunar que lo iluminaba

Tan pronto como fue consciente, se dio cuenta de que no estaba en su cama, ni en el sofá.

Estaba siendo cargado por alguien.

Miró hacia arriba buscando el rostro de la persona que lo llevaba entre sus brazos.

Era Pico, se veía nervioso y un color carmesí invadía toda su cara.

También podía sentir como las manos le temblaban un poco.

Aquello se le hizo gracioso, mientras nuevamente imágenes pasaban por su mente

—Keith?! Que te paso?—

—N-no es nada...

—Claro que no! Te llevaré a la enfermería!—

Se sentía seguro en los brazos del mayor, una sensación de calidez que lo tranquilizaba.

Cerró los ojos, concentrándose en los latidos acelerados del pecoso

Poco a poco, se fue quedando dormido nuevamente.

Involuntariamente, apretó un poco la camisa de Pico, antes de caer en el mundo de los sueños.

El pelinaranja se sonrojo aun mas de lo que ya estaba, y sus manos empezaron a temblar mas notoriamente.

Tenia miedo de dejarlo caer.

"Por lo menos esta vez esta dormido..."

–•°🍊🌊°•–

Pico iba caminando de camino a su casa, la escuela era bastante agotadora, mas estando en sexto grado, cuando estas apunto de entrar a la secundaria.

A medida que iba avanzando, escuchaba mas claramente los sollozos de alguien.

Decidió desviarse de su camino original, para buscar a la persona que emitía aquel sonido.

No tardo mucho para que encontrará a su amigo, llorando bajo un árbol.

Se acercó para verlo mejor; tenia las rodillas ensangrentadas y algunos hematomas en sus brazos y piernas

—Keith?! Que te paso?—

El nombrado levanto la cabeza sorprendido

—N-no es nada...—

Eso era mentira, tenia un gran moretón en la mejilla y su frente estaba sangrando.

—Claro que no! Te llevaré a la enfermeria!—

El pelinaranja levantó al mas pequeño entre sus brazos, sin mucho esfuerzo.

—Ah! E-esto no es n-necesario... E-estoy bien...—

—No estas bien, en la enfermería hablamos—

Ambos estaban nerviosos, sus rostros estaban rojos como tomates.

Keith sentía las manos temblorosas del mayor, no podría ser por su peso, era imposible ya que era bastante delgado, y mas su estatura...