𝔔𝔲𝔦𝔫𝔱𝔬 ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬.

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Afuera el sol era empañado por las nubes, las ventanas sudaban por el calor del hogar y el viento gélido rondando la casa

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Afuera el sol era empañado por las nubes, las ventanas sudaban por el calor del hogar y el viento gélido rondando la casa. En su interior una pareja acurrucada en el sillón disfrutaba de un beso inocente con sabor a café, la chica sonreía a medias por las manos tímidas y frías que le sostenían el rostro, el chico intentaba convencer a su cerebro de lo obvio, de verdad estaba ahí con ella.

Escaleras arriba un par de ojos verdes observaban el rostro durmiente del chico castaño que había amanecido por primera vez en su cama, se había dormido con la emoción revolviéndole el estómago y la cabeza loca por la idea de despertar en la mañana y hacer justo lo que estaba haciendo, observar el rostro de ese ser tan adorable que poco a poco había empezado a batir las pestañas y abrir y cerrar la boca como saboreando algo.

—Buenos días, Eddie —su voz suave pero ronca se escuchó incluso antes de que sus ojos azules le dieran la bienvenida a la poca luz matutina y al angelical rostro de quien lo observaba desde hace diez minutos.

—Hola Lou —respondió Eddie acomodándose entre las cobijas

—¿Dormiste bien? —Louis acarició el hombro de Eddie antes de cubrirlo mejor con la sobrecama.

—Si, calientito y cómodo —respondió acercándose más al encanto que tenía frente a él.

—Aún tengo sueño —murmuró Louis antes de acercarse más a Eddie y esconder su rostro en el pecho de su amigo —Solo 5 minutos más —segundos después su respiración volvió a ser acompasada.

Y aunque esos 5 minutos se convirtieron en media hora, Eddie disfruto cada minuto de observar el rostro sereno, acariciar su cabello sedoso y sentir el calor de su cuerpo.


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RECUERDOS AÑEJOS (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora