𝔇𝔢𝔠𝔦𝔪𝔬 ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬.

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—¿Y bien? —cuestionó Harry, sus labios apretados en una sola línea para evitar que Louis viera el temblor de estos

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—¿Y bien? —cuestionó Harry, sus labios apretados en una sola línea para evitar que Louis viera el temblor de estos.

Después de un suspiro y un par de segundos nadando en los pensamientos que no lograba poner claros, Louis sonrió.

—¿Y bien qué? —En su pecho se arremolinaba un pececito de esperanza ¿Qué esperas? Es fácil, invítame a salir, murmuraba el pececito.

—¿Te gustaría dar una vuelta?

—Si

Louis se estiro para tomar sus llaves de la mesilla en el recibidor y pronto estuvo en el umbral recargado sobre la puerta cerrada. Un suspiro después ya se encontraba caminando por la acera hacia la izquierda con Harry mirándolo confundido aun en el umbral.

—¿Qué esperas? ¡Vamos! —grito Louis, cuando casi llegando a la esquina se dio cuenta de que el otro no lo seguía.

—Mi auto esta justo aquí, Louis. ¿A dónde vas? —preguntó Harry sonriendo aun confundido.

—Eddie, sabes que prefiero caminar. Es mejor una plática mientras caminamos. Anda, nos quedan como 3 horas antes de que oscurezca —gritó Louis de vuelta reanudando su andar. Y sonrió altanero cuando escucho las zancadas de Harry intentando alcanzarlo.

 Y sonrió altanero cuando escucho las zancadas de Harry intentando alcanzarlo

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El viento corría fresco, revolviendo suéteres ligeros y bufandas. El esporádico sonido de un auto, el ruido de sus pisadas y la respiración de ambos, así como él viento meciendo las hojas de los árboles, era lo que se podían escuchar en el vecindario de Louis, un lugar pacifico por estar ligeramente mas alejado del bullicioso centro de la ciudad de Londres.

RECUERDOS AÑEJOS (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora