Una leve sacudida me despierta. Comienzo a restregarme los ojos y los abro de a poco, pero una luz muy fuerte hace que los vuelva a cerrar en un segundo.
—Hannah, despertate —escucho que dice una voz a mi lado, un poco más alta de lo que hubiera preferido en estos momentos.
Me tapo la cara con la sábana y decido seguir durmiendo. Aún sigo cansada y ya comencé a sentir un dolor en la espalda, así que no quiero que nadie me moleste.
«¿Hasta cuándo voy a tener este dolor de mierda?»
De repente siento como alguien me quita las sábanas de encima. Gruño e intento acurrucarme para poder seguir durmiendo. Sin embargo, esta persona parece que está empeñada en no dejarme dormir, ya que pone una música horrible a todo volumen al lado de mi oreja, lo que me despierta al instante.
Me incorporo y abro un poco los ojos otra vez. Aún sin ver del todo bien, encandilada por la luz de la habitación, puedo distinguir la figura de una persona en mi cuarto. Así que, tomo mi almohada y con toda la furia la lanzo contra esa figura que tengo enfrente.
—Hannah, tranquila. Siento haberte despertado así es que no conseguía despertarte con nada. ¡Tenés el sueño muy profundo! En serio, perdón, pero soy Casy, no hace falta que te pongas agresiva conmigo—dice mientras se sienta a mi lado en la cama y se ríe.
Me restriego los ojos nuevamente. Me doy vuelta y la miro, avergonzada por lo que hice. A veces soy tan torpe que ni siquiera sé lo que hago, pero en mi defensa estaba recién despierta. Muchas personas que recién se despiertan hacen cualquier cosa. Es como la gente que está ebria y no controla lo que hace. Lo que me recuerda... ¿Casy estaba borracha anoche?
En ese instante recuerdos de cuando Casy vino a mi casa invaden mi mente. Sí, hasta donde recuerdo había sentido un cierto olor a alcohol, combinado con menta. Y también se estaba comportando extraño.
Casy llegó a casa y quería decirme algunas cosas, pero no recuerdo que me haya dicho nada muy importante más que disculparse por lo de ayer a la tarde y los golpes. También recuerdo que vino antes de que mi mamá llegara. Mi mamá... ¿habrá venido a la habitación? ¿Y Casy? ¿Se habrán visto? ¡¿Qué mierda fue lo que pasó anoche cuando me dormí?!
Comienzo a desesperarme y me vuelvo a incorporar en la cama. Seguro que mientras dormía algo malo pasó.
—¿Qué pasó mientras dormía? —le pregunto a Casy, muy preocupada.
—Ey, tranquila —comienza a decir mientras me pone una mano en el hombro y se sienta a mi lado—no pasó nada. Tu mamá no entró en ningún momento acá. Solo escuché una puerta abriéndose, supongo que fue ella y que fue la puerta de su habitación, pero nada más.
Respiro aliviada. Si mi mamá llegaba a ver a Casy aquí en mi habitación... seguro la hubiera echado de la peor manera posible. Dios, ni me lo quiero imaginar.
Aunque es extraño que mi mamá no haya venido a verme cuando regresó a casa. Siempre lo hace, incluso cuando estamos las dos en la casa. ¿Debo preocuparme o es simplemente una tontería?
—OK, me quedo tranquila, pero ¿y vos? ¿Qué hiciste? Supongo que no dormiste toda la noche en el piso debajo de la cama ¿no? Algo por lo que en serio me quiero disculpar, es solo que mi mamá... ella es especial, no quería que te...
—Tranquila —me interrumpe— entiendo, no te tenés que disculpar. Y yo, bueno, nada, agarré unas mantas que encontré en uno de los cajones de tu placard y las puse en el piso y con eso dormí bien.
Sonrío y asiento. Me molesta un poco que haya hurgado entre mis cosas, pero tampoco le di muchas opciones y fue todo muy rápido. Además, no podía pretender que duerma en este piso duro debajo de mi cama toda la noche, así que se las arregló bastante bien. Sin embargo, hay algo que me preocupa —buscando entre mis cajones, ¿habrá encontrado mi caja de recuerdos?
ESTÁS LEYENDO
La tormenta perfecta en una habitación serena
RomanceHannah Rivero es una chica solitaria de 16 años que nunca ha tenido amigos y que ha sufrido mucho a lo largo de su corta vida. Sin embargo, su sueño más grande desde que era una niña es tener una mejor amiga, un sueño que espera cumplir al entrar en...