Arleist Maquiavelo el liberador de las once bestias

Introducción

La mentira es adictiva y la disfrazamos de verdad, ¿quién dijo eso? Yo lo dije, ¿por qué? Porque es la verdad, y también porque es sinónimo de libertad. Que tire la primera piedra el que nunca mintió para librarse de sus pequeños problemas, ojalá el mío también lo fuera, pero no lo es, nunca creí tener un problema de tal magnitud, mis problemas son nuevos en la historia de la humanidad, pero la humanidad nunca los conocerá porque no son problemas de este mundo, eso me convierte en la peor persona del universo, y así como el universo es infinito, mi amor por ti también lo es, esto se lo debo a mi pequeña y gran amiga Danielita, porque por ella conozco lo que es el amor, y ella me enseñó que amar también implica un sacrificio, y creo que eso es lo menos que puedo hacer y la única opción que me queda.

Después de leer aquel libro sagrado, entendí que el sacrificio se puede llegar a convertir en el acto de amor más grande en todo el mundo, y eso pienso hacer a pesar de mis imperfecciones. Esa es la razón por la que hoy estás leyendo esto, porque probablemente no vuelvas a saber más de mí, y sé que eso es lo que deseas, pero los deseos pasan, y los recuerdos quedan.

Sé que me odias por todo lo que hice, si es así está bien, porque a final las mejores historias de amor comienzan con odio, eso tú me lo enseñaste, y aunque no me enseñaste mucho, aprendí y logre conocer en ti más de lo que te imaginas, mis capacidades sobrehumanas me ayudarón a ver en ti lo que mis ojos mortales nunca iban a lograr. Desde el día en que esos simpáticos colores radiantes morados y anaranjados pintaron mis ojos, nunca nada volvió a ser igual, porque me condené a tener dos historias y un pasado que nunca fueron parte de la mía, y ahora esta es mi vida.

Compre el boleto de ese avión para darle vuelta a la página y comenzar una nueva etapa de mi vida, y logre cambiar de página, pero lo que jamás imagine es que también cambiaría de libro, un libro que nadie sabía que existía, y que cambiaría no solo mi vida, sino también mis habilidades físicas convirtiéndome en la primera persona en este mundo con poderes sobrenaturales, sé que esto se escucha tan estúpido, pero no encuentro otra forma de explicar lo que ni yo mismo entiendo. Sé que ahora puedo hacer lo que ningún humano puede hacer, ¿pero a qué costo?, ¿perder a las personas que más quiero? No, no voy a dejar que nada de esto pase, yo me endeude a mí y a ustedes, así que he tomado la decisión de pagar con mi vida, a cambio de darles la libertad.

Ojalá hubiéramos tenido más tiempo para conocernos mejor, y aunque te conozco tan bien, sé qué hay mucho en ti que aún hay por descubrir. Tú únicamente conociste mis pecados, y no te culpo por ello, es lo que existe en mí, pero sé qué hay algo más, el problema es que he olvidado quien fui, y solo me queda aceptar en lo que me convertí, no sé si soy el bueno o el malo en esta historia, solo sé que te amo, y espero que algún día lo sientas, entiendo que te cueste tanto entrar en mi desastre mental, porque ni yo mismo me conozco, solo sé que muchas veces me pierdo entre humo y espejos, que olvidó mi pasado para recordar mi futuro, que dejo de correr para detenerme a pensar, que mi realidad se vuelve un sueño, y mis sueños se vuelven realidad; el mundo se desconecta de la realidad para conectarse en lo artificial, y al final da igual, hay tanto de que hablar y decidimos callar; que la pintura se ha terminado, pero aún queda sangre en nuestros dedos, y si es necesario morderemos nuestros labios y haremos sangrar nuestra lengua para escribir lo que nunca nos dejarón decir, las preguntas sobran y las respuestas se agotan, la vida suele ser confusa y no es justa con nadie, ¿por qué debemos nosotros ser justos con ella? No sé quién soy, pero sé lo que soy.

—¿Y quién eres?

—Soy una leyenda, soy Arleist Maquiavelo.