Capítulo 2

58 5 0
                                    

Mi-suk se golpeó levemente la cabeza mientras indicaba que estaba loca, ¿en qué estaba pensando al quedarse dormida en una parada de autobús? ¡Por Dios! Corrió con mucha suerte y se supone que es la más madura de la familia.

Llegar al salón un poco más temprano de lo normal ya era parte de la rutina diaria de Mi-suk. Siempre prefería estar adelantada al reloj que correr detrás de él. Con movimientos pausados pero seguros, se encaminó hacia uno de los asientos delanteros, mientras intentaba darle un mejor aspecto a su cabello desordenado. No obstante, antes de cualquier arreglo personal, decidió echar un vistazo a su móvil en busca de algo que le inyectara energía y entusiasmo para empezar el día.

Tal vez un café hubiera sido la solución perfecta para su somnolencia, pero la idea de caminar hasta la cafetería y enfrentarse a la multitud matutina le resultaba demasiado tediosa. Y es que era bien sabido que las filas para adquirir esa dosis de cafeína eran interminables justo antes del inicio de las clases.

Para Mi-suk, presentarse impecablemente arreglada en los días de exámenes o presentaciones importantes era una estrategia infalible. Si las calificaciones no acompañaban, al menos su apariencia no reflejaría derrota alguna. Esa era una lección bien aprendida, repetida como un mantra por su hermana mayor. Además, la falta de sueño no se debía a una noche de desvelo sin sentido; había estado repasando incansablemente el material de estudio. Con esa dedicación, Mi-suk confiaba en obtener buenos resultados en la prueba del día. Después de todo, ¿quién quiere combinar una mala nota con una imagen desaliñada?

Con un gran suspiro de alivio, dio gracias al cielo porque la primera clase finalmente había terminado. A pesar de que las cosas no salieron como esperaba, decidió bloquear sus emociones y darse un merecido descanso.

La joven de cabellos castaños abandonó el aula con un ánimo bajo, pero manteniendo la compostura. Se dirigió al baño para arreglarse el cabello y aplicarse un poco de labial, el cual recordó haber guardado en su bolso antes de salir de casa. Se preguntaba por qué su día no había comenzado con buen pie. Todavía le quedaba una hora antes de su próxima clase. Decidió ir a la cafetería, que para su sorpresa no estaba tan concurrida como de costumbre, y se pidió un café. Encontró un asiento libre y se sumergió en el placentero aroma de su bebida.

—Debes saber que me costó mucho convencer a mis padres para estudiar esta carrera —escuchó decir a alguien.

Mi-suk levantó la vista, pensando que estaba imaginando cosas. La voz de Jeno resonaba en su cabeza. Él estaba absorto en una conversación telefónica y no se había dado cuenta de que ella estaba allí. La mente de Mi-suk oscilaba entre la incredulidad y la confusión. ¿Era posible que su subconsciente le estuviera jugando una mala pasada? ¿O había algo en la voz de Jeno que la afectaba de una manera que no podía explicar? Admitió que ella no había actuado adecuadamente la tarde anterior.

El sonido de la conversación de Jeno seguía resonando en su cabeza, como un eco persistente. No era la primera vez que sentía esa extraña conexión con él. Desde que lo había conocido, había experimentado momentos en los que parecía que sus pensamientos se entrelazaban, como si compartieran una sintonía secreta. Pero esto era diferente. La voz de Jeno la perseguía incluso cuando él estaba a metros de distancia.

—No pasa nada, convenceré a mis padres y sí no acceden trataré de ayudar como sea.

Por curiosidad miró de reojo a Jeno el cual estaba sonriendo.

—Soy alérgico a los gatos pero me gustaría ayudar...

Mi-suk se sobresaltó porque había sonado su teléfono, por ende, se alejó rápido del lugar dudosa, se frotó las sienes, tratando de despejar sus pensamientos. ¿Qué significaba todo esto? ¿Era una simple alucinación o había algo más profundo en juego? No podía evitar sentirse intrigada y, al mismo tiempo, inquieta. ¡Tiene que odiara Jeno! pero ¿por qué su voz se había convertido en un eco constante en su mente? ¿Por qué quería seguir escuchando la conversación? Personalmente cualquier tema relacionado con Jeno le había dejado de interesar desde hace tiempo.

Entre odiarte o amarte es la segunda opción/ •°JENO°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora