Capítulo 5.

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Jeno siempre había tenido facilidad para entablar conversaciones con diferentes personas, pero acercarse a Mi-suk le resultaba complicado. Pensó que si ella le entregaba su chaqueta favorita, podría ser una excusa perfecta para hablarle. A pesar de su apretada agenda y la falta de sueño, buscaba una solución para no quedarse inactivo y frustrado.

La ley de la atracción solía funcionarle bien, y esta vez no fue la excepción. Renjun, Chenle y Mark lo invitaron a la playa este fin de semana, o más bien, lo obligaron a ir. Aunque al principio se negó debido a los próximos trabajos y exámenes que tenía que entregar, sus amigos básicamente lo sacaron de casa.

No estaba seguro de las personas que estarían en aquel lugar. Seguramente Sun Hee invitaría a Mi-suk, pero el castaño estaba un poco confundido. En estas semanas, la universidad se ha vuelto muy estresante. Además, ha visto varias veces a Mi-suk bajar del autobús con mucho sueño y un poco irritada. Por lo tanto, no quiso hacerse falsas ilusiones. Decidió ir solo para despejar su mente, aunque fuera por un momento, ya que regresaría temprano a casa y tendría que adelantar ciertos proyectos que había estado posponiendo debido a la dichosa salida. 

Dirigiéndose al lugar y respirando el aire puro, Jeno cambió su playlist. Aunque le faltaban cinco minutos para llegar, extrañaba surfear. Justo cuando pisó el lugar, quiso intentarlo, y aquella playa parecía la indicada para ello. Al menos eso también le impulsó a ir.

Una vez estacionado, apagó la música y salió del carro, sacando las pocas pertenencias que había llevado. Mark estaba tan feliz que incluso decidió cargarle sus cosas, aunque no lo vio necesario; puesto que no estaría ahí por mucho tiempo.

El castaño sintió algunas miradas, no obstante, no negaría que se sintió feliz de ver a Mi-suk. Quiso acercarse, pero cuando ella evadió su mirada, dudó en hacerlo. Tal vez luego lo haría, y si no hay ningún avance, al menos lo intentó y continuaría con su vida. Por ende, se limitó a tomar sus pertenencias e ir a colocarse la vestimenta pertinente para salir a surfear. 

Jeno miró asombrado a un pequeño grupo de amigos que había hecho en el extranjero. Netamente se dedicaron al surf y no hubo tanta plática. Sin embargo, al terminar, comenzaron a platicar mucho. Así que continuó hablando y riendo. Al menos en veinte minutos pudo reírse, pero su sonrisa se desvaneció al ver a Mi-suk platicando amistosamente con Harry, uno de los amigos de Mark. Aunque con Alice, la hermana de Harry, se llevaba mejor porque también le gustaba el básquet, con Harry nunca se había llevado del todo bien.

Un suspiro salió de la boca de Jeno al observar el atardecer y Mi-suk seguía platicando con Harry, por lo cual, se despidió de sus amigos y fue a ducharse para luego dirigirse a comer.

Había comprado un regalo para Chenle por su llegada, pero este había desaparecido con Sun Hee. Ni hablar de sus otros amigos: Mark ni siquiera respondía su teléfono, y Renjun, junto a Jisung, había dejado el suyo. Haechan, apenas pisó la arena, salió corriendo. Parecía que la playa tenía un efecto extraño en todos ellos, como si la brisa marina hubiera llevado consigo parte de su raciocinio. A Jeno le pareció gracioso y un poco desconcertante a la vez.

Quizás debió descansar un rato después de comer, pero  sorpresivamente  aparecieron todos sus amigos con muchas bebidas y bronceados muy alegres.

Haechan y Renjun llegaron con más bebidas. No había pasado ni media hora, y la mayoría de las personas ya estaban algo mareadas. Por consiguiente, el ambiente se volvía un tanto aburrido. Chenle, por su parte, se veía súper cansado. Su expresión facial decía perfectamente: "Solo estoy aquí porque los aprecio, pero prefiero descansar".

Sun Hee simplemente se quedaba mirando a Chenle mientras esté decía cualquier cosa incoherente, Renjun comenzó a hablar de sus amores no correspondidos, Jenny estaba concentrada en su teléfono, Mi-suk bostezaba mientras tomaba una bebida que Mark le había dado, Jisung y Haechan platicaban a gusto, por otro lado, Harry y Alice también estaban dado a qué Mark los habían invitado.

Alice se estaba esforzando en hablar con Jeno y Harry estaba hablando con Mark.

Jeno supuso que aquel contexto era necesario para poder retirarse del jugar; hoy no parecía el día indicado para acercarse a Mi-suk, además, Mark insistió en que todos debían jugar verdad o reto, es por ello que obligó a los invitados a hacer un círculo.

La mayoría decía verdad y las preguntas que formulaba Jisung no eran las mejores. Quizás el castaño no estaría tan aburrido si le preguntaran algo a Mi-suk; en aquel caso, estaría atento a lo que dijera. Sin embargo, no pensó que él sería la siguiente víctima de Renjun y Mark.

No mentiría que la pregunta de Renjun le cayó de sorpresa. Quiso haber dicho que quería cualquier reto, pero viendo el lado positivo, quería ser claro con sus sentimientos. Y entonces, salieron de su boca palabras que no creía decir en ese momento, parecía una confesión sincera y espontánea

Hubo un largo intervalo de silencio. Mi-suk permaneció quieta, sus cachetes enrojecidos. Su mirada se fijó en la arena, como si buscara respuestas en los granos dorados que se deslizaban entre sus dedos. El sonido de las olas parecía amplificar la tensión en el aire. ¿Qué pensamientos cruzaban su mente en ese momento? Solo el susurro del mar y la brisa salada lo sabían.

Luego de aquello, continuaron jugando hasta que poco a poco la mayoría de las personas en el lugar comenzaron a levantarse y desaparecer. Aquella oportunidad era la indicada para que Jeno se acercara a Mi-suk.

Él se aproximó a ella y pronunció su nombre en voz baja, pero lo único que salió de la boca de Mi-suk fueron dos palabras: "Te odio".

Jeno se quedó congelado. Quiso regañar a Haechan y a Mark por ofrecerle alcohol. ¿Qué había sucedido? ¿Por qué Mi-suk reaccionó de esa manera? Las olas seguían rompiendo en la orilla, pero el ambiente se había vuelto tenso y confuso. 

—¿Qué hice para que me odiaras?

Mi-suk se recostó en el hombro de Jeno y este la miro asombrado.

— Ahora no sé, se suponee que odioooo a los egocéntricos— indicó Mi-suk hablando con dificultad.

— ¿Qué hice para que pensaras que soy egocéntrico?—.

— H-Haber – dijo mientras trató de responder con dificultad —so-y el mejor capiitán y sin mi no puede-nn,  mi familia es muy riica, so-y pre-estigioso, tengo-o chicas de a monto-nes que pue-edo usar cuando yo quie-ra y me plaz-ca.

Jeno no sabía si reír o simplemente quedarse inmóvil. Recordaba haber dicho eso hacía mucho tiempo, pero estaba muy mal interpretado. Le pareció tierno cuando Mi-suk intentó imitarlo. Y sobre todo, recordaría aquel diálogo a la perfección. 

— Aquel día, debiste haber escuchado lo que realmente paso —  mencionó Jeno mientras casi por inercia acaricia su cabeza — no soy esa clase de persona.

— De- e igu-aal lo seguirr-e hacien-do, ¿Por qu-e e-res per-fecto en to-do l-o que-e haces?, debo-o admitir que-e la prime-ra vez que-e te vi me pareci-as guapo, buenoo, siguees siendoo guaapo.

— ¿Debería sentirme alagado?

Mi-suk negó con la cabeza.

— Ahora ya no te odio por eso, creo quee t-te odio por los s-sentiemintos que causas en mí.

Jeno pensó que estaba soñando, ¿ la persona de a lado también sentía lo mismo que él?

El castaño se quedó pensativo por un instante pero tuvo que alejarse rápidamente cuando ella intentó besarlo; ella debía descansar y no estaba en la condición correcta para hacer eso.

Mi-suk había dejado sorprendido a Jeno, quizás Jeno la hubiera besado, definitivamente, lo hubiera hecho, pero no era lo correcto.

Inmediatamente Mi-suk hizo un puchero mientras nuevamente se recostó en el hombro de Jeno.

— Espero que el día de mañana puedas recordar esto, me gustas Mi-suk.

El castaño cerró los ojos y sonrió al ver que Mi-suk se había quedado dormida. Acto seguido, la envolvió en sus brazos y la dirigió al lugar donde se iba a hospedar. Sin embargo, ella le vomitó encima.

Para Jeno era importante quedarse hasta que saliera el sol y poder hablar con Mi-suk, pero tuvo que seguir lo planeado y regresar temprano a su departamento, de cierto modo, temía que ella no recordara nada.

......

Entre odiarte o amarte es la segunda opción/ •°JENO°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora