8 días antes de escribir su nombre en Hollywood.

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8 días antes de escribir su nombre en Hollywood.

-Si necesitas algo, lo que sea...

-No me trates de forma distinta, Alyssa.

-Perdón, es que siempre te he visto como alguien a quién cuidar y...

-No has fracasado, Aly. Fue mi decisión.

-Por favor...

-Una que no volveré a tomar.


Alyssa era una de esas chicas que hacía que tu mandíbula acabara en el suelo, después ella misma la recogía y amablemente la ponía en su lugar. Podía llegar a ser dura a veces, en especial cuando estaba dolida, pero en cuanto veía que alguien a su alrededor estaba pasando por un mal momento, se tragaba su orgullo y le ayudaba a recomponerse, siempre poniendo sus necesidades como las últimas. 

Eso sí, no era Nora, no era inocente y le avergonzaba tocar temas serios, al contrario, ella era la que los sacaba. No podrías aburrirte con ella ni en mil años, tenía miles de cosas de las que hablar y en todas ellas presentaba una opinión sólida, defendiéndola hasta el fin.

No quería ser cuidada, quería proteger. Tenía ese espíritu de madre que a mí me había hecho falta, por eso me sentía a gusto con ella, cada vez que me decía que me pusiera una chaqueta o me obligaba a comer porque, según ella, no lo hacía lo suficiente, me sentía una niña otra vez. No tuve mucha infancia debido a que pasé la mayor parte de ella cuidando de mi madre, cosa que no sirvió de mucho, por lo que Alyssa me acogió y me hizo revivirla.

A la vez que parecía tan adulta y madura, tenía ese aire juvenil y cautivador. No importaba dónde íbamos, siempre las cabezas se giraban con ella y lo sabía, quizá incluso se beneficiaba un poco de eso, no era de extrañar que su vida sexual era muy activa, aunque ninguna se quejaba, porque los detalles de después eran demasiado jugosos y sus historietas bastante interesantes. -El gran Xander Rigas es un claro ejemplo.-

Le encantaba ir de fiesta y llevarnos con ella, yo iba de vez en cuando cuando no coincidía con Nora. Ahí fue donde nos presentó a Orelle y a su encantador hermano, esa misma noche se lo tiró y yo tuve una larga conversación con la rubia, nos hicimos amigas tras esa escabullida de Aly, no estoy segura de si echarle la culpa o agradecérselo.

De cualquier forma, las quedadas con ella se hicieron mucho más frecuentes después del verano de los 18, estaba claro el por qué. Nadie quiso dejarme sola después de eso, incluso Nora me llamó pero rechacé todas las llamadas, me arrepiento enormemente de eso, pero echando la vista hacia atrás creo que logro entenderlo. Deo y la mamá Alyssa no me permitían ni ir al baño sola, de vez en cuando me quejaba a Miles y él venía a echarles la bronca, pero el día siguiente continuaba siendo lo mismo, y al siguiente y al siguiente...

Si Deo se culpaba más de lo debido, el instinto maternal de Alyssa no la dejaba ni vivir, de vez en cuando la notaba lloriquear a mi lado cuando me tomaba la mano o veíamos una peli juntas. Llegó a un punto de estar tan paranoica que incluso me negó tomarme una pastilla después de estar todo el día con dolor de cabeza, fue la primera vez que le grité enfadada a alguien, nos chillamos ambas y la cara de Deo fue un poema al aparecer por la puerta con sus padres y las bolsas de la compra. Confieso que me considero buena persona hasta que se me empeora el carácter, ni siquiera me reconozco a mí misma, mi tono se vuelve más frío y puedo llegar a soltar comentarios de los que me arrepiento. Por suerte, esa vez no fue como con Nora, unos días después nos volvimos a ver y nos disculpamos, ya tenía dos promesas por cumplir, la de no volver a intentarlo a Alyssa y la de llegar hasta viejos con Miles, ambas las hice yo así que no podía quejarme en ningún aspecto de ellas.

Su nombre en Hollywood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora