Primer Azote

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Norton

Le limpie el coño, la baje del escritorio y la ayude a subirse los pantalones. Roce sus labios y me deleite con ellos, pero a pesar de lo que había sucedido pude notar su debate interno. Tenía la certeza de que Charlotte no estaba acostumbrada a esto, que quizás era demasiado para ella. Sin embargo no tenía intenciones de echar atrás nuestro trato.

—Disculpe señor Norton—dijo Margaret irrumpiendo en mi oficina, mientras Charlotte se retiraba con la cabeza agachada.

La mire por un segundo antes de que las puertas del ascensor se cerraran y no podía esperar a mañana para enseñarle lo que era realmente el verdadero placer, para hacerla explorar de manera diferente la sexualidad.

—Lamento mucho haberle interrumpido señor Norton—se disculpó, mientras miraba la ropa interior sobre mi escritorio.

—Ya habíamos terminado—conteste mientras le miraba de manera intensa aunque ella no miraba rostro.

—Es necesario que vaya a ver el lugar de la fiesta para que dé su visto bueno sobre las cosas que pidió, sé que no le gusta que lo molesten con esos asuntos, pero es importante que todo este tal cual usted ordeno—tome las bragas y me las metí en el bolsillo, mientras enviaba un mensaje a mis hombres para que preparan el vehículo—Listo, puedes retirarte—le ordene y entendí que quizás la visita de Charlotte a mi oficina no pasaría desapercibida.

***

El bar éxtasis había sido el lugar idóneo para realizar aquella fiesta y aunque la misma solo era un camuflaje para lo que de verdad iba a suceder aquella noche, quería regalarles a mis empleados una buena fiesta, una noche en la que se pudiera olvidar del trabajo. Fuimos directo a el área exclusiva donde iba a concentrarse toda la diversión. Donde la perversión y la locura iban a desatarse. El lugar donde Charlotte Phillips conocería de verdad a "El monstruo"

La oscuridad bañaba aquel espacio y no quise que encendieran la luz. El olor a cuero invadió mis fosas nasales y espere unos segundos luego hice un asentimiento de cabeza y aquel salón se encontró teñido de un intenso color azul. Camine alrededor de este pasando mis dedos por los barrotes y sobre el cuero de los látigos. Sostuve entre mis manos aquellas esposas y luego lleve la mirada a la tabla de azote que se encontraba sobre una de las mesas. Aquella noche la maldad y la inocencia iban a encontrarse, mientras la perversidad se adueñaba de ellas.

—Listo—dije, con la ansiedad corriendo por mis venas. Porque aquella maldita noche yo sería el rey y todos tendrían que rendirse a mis pies.

***

Sábado

Me encantaba aquel uniforme, porque me hacía ver imponente y un aire malicioso emergía de mí. Aquella mascara me permitía guarda mi privacidad, mantenía el rostro de Joseph Norton tras la sombras. Los empleados comenzaban a reunirse en el club y según mi informante los invitados del área exclusiva también se encontraban en el lugar. Nos detuvimos frente al edificio y observe a mi presa entrar en aquel momento, aunque parecía estar molesta, cosa que disparo mis alarmas.

Baje del vehículo y los flashes de las cámaras comenzaron a llover, aunque mis guardias me protegieron mientras accedíamos al edificio sin problema. Las puertas se cerraron detrás mí y camine de manera firme hacia el exclusivo bajo la atenta mirada de todos los allí presentes. Entonces la vi de nuevo, tomando un sorbo de un bebida en color verde, tratando de ocultar lo incomoda que se sentía y no entendí porque, pero aquella ingenuidad me puso a un mas cachondo.

—Entrega esto a la señorita Phillips —le entregue el brazalete en color dorado a uno de mis hombres—Que se quite el que tiene y se ponga esta ahora mismo. Ella sabe lo que tiene que hacer—Me quede un segundo donde estaba mirando fijo hacia su dirección.

El guardia se acercó a ella y pude notar la confusión en su mirada, pero su amiga si pareció entender lo que pasaba. La vi negar con la cabeza y aquello me dejo perplejo ¿estaba jugando conmigo? Acaso ¿quería que la tomara por la fuerza? Aquello no me importaría. Ella ya no tenía escapatoria y parecía no entender o simplemente era demasiado estúpida para comprender que yo no aceptaba un no por respuesta. El guardia regreso con el brazalete en la mano, levante la mano, cerré los ojos por un segundo y fruncí los labios antes de ir yo mismo a buscarla.

Volví a clavar mis ojos sobre ella, pero ahora todo se había oscurecido dentro de mí. Camine hacia donde se encontraba con determinación y cuando se percató de mi presencia su rostro se transformó. Se había atrevido a desafiarme, había tentado al demonio y el precio a pagar sería demasiado alto.

—Ponte de pie—exigí y la mirada que me regalo me hizo sentirme molesto, su silencio mucho más.

—Es el señor Norton —dijo su amiga sorprendida derramando su bebida, aunque la ignore por completo.

—No voy a repetirlo señorita Phillips y te aseguro que no quiere que lo haga—le extendí la mano, tratando de mantener mi caballerosidad ya que esta estaba a punto de pasar a segundo plano—creo que se le olvida lo que está en riesgo—era un maldito desgraciado y debió darse cuenta en mi oficina. Debió darse cuenta que tenía que pagarme.

—Charlotte tienes que ir—le motivo su amiga y ahora mismo no entendía porque quería romper nuestro acuerdo cuando todo en ella me deseaba.

No dijo nada y tampoco tomo mi mano. Solo camino por delante aunque no le permitiría hacerme ver como un idiota y por eso la tome con posesión por la cintura mientras nos dirigíamos hacia el exclusivo. Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando entramos en aquel salón y tomándola del brazo la guié hacia el lugar donde iba a castigarla. Me senté sobre uno de los sofás, mientras tomaba la tabla de azote y pasaba mi lengua sobre ella. Mis ojos se encontraban encendidos en llamas.

—Ven aquí—demande—quiero que te desabroches el pantalón y pongas tus pechos sobre mis piernas—la observe apretar los puños y comprendiendo que no tenía opción hizo lo que le pedí—me encanta como estos pantalones abrazan tu culo—dije acariciando su trasero.

—Señor Norton—pude sentir el temblor al pronunciar aquello, pero había llegado el momento de pagar por su error.

—Shhh —dije mientras bajaba sus pantalones junto con sus bragas—ahora—le dije al oído—esto va a dolor y escocerá un poco—me miro aterrada y yo le sonreí con malicia, mientras dejaba caer el primer azote.

—Shhh —dije mientras bajaba sus pantalones junto con sus bragas—ahora—le dije al oído—esto va a dolor y escocerá un poco—me miro aterrada y yo le sonreí con malicia, mientras dejaba caer el primer azote

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The Norton's Night (Relato Erótico corto) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora