CELOS

IIDA

- Si no hubiese sido por ti no hubiese pasado la prueba -suspiro y acepto su mano para levantarme del suelo, le sonrío completamente agradecida- Gracias, Midoriya, en serio -él me sonríe algo sonrojado y despeina su cabello con una mano.

- No fue nada, t/n, no todo es competencia en esto -y dicho eso se gira para irse a los vestuarios, me quedo observándolo unos segundos con una sonrisa y me giro para ir a los vestuarios también, aunque a los del lado opuesto, más que nada para ir a ver cómo está Iida después de la batalla.

Entro muy animada al cuarto y sonrío al verlo sin la parte de arriba de su traje, aunque me limito a no decir ningún comentario pervertido, sé que odia que haga eso en algún lugar público. Simplemente me acerco despacio y me siento en la banca a sus espaldas.

- Lo hiciste bastante bien, me dejaste impresionada -digo con total ánimo y alegría, él suspira y su cuerpo se contrae, aunque sus hombros y sus brazos siguen tensos, lo que hace que entrecierre un poco mis ojos- ¿Pasa algo? ¿Te lastimaste? -me pongo de pie de inmediato.

- No, simplemente que no fue lo suficiente para ganar -escupe con sequedad, se deshace de la otra parte de su traje y termina por ponerse ropa cómoda, en ningún momento deja de darme la espalda o relaja su cuerpo, está a la defensiva.

- Bueno... pero terminaste en tercer lugar, eso es un logro muy grande, Iida -apoyo mi mano en su espalda y siento como ésta se endereza rápidamente, suspira despacio y yo me remuevo un poco para poder mirarle la cara, todavía tiene algunas gotitas de sudor en la frente y sus gafas están un poco inclinadas, pero tiene su mirada fija en los casilleros, no en mí- Le ganaste a Bakugo y eso ya es mucho, no sabes lo enojado que está -río de forma despreocupada y él suspira, apartándose de mi lado.

- Aun así, no fue suficiente, t/n -enfatiza mi nombre con cierta irritación, apretando sus dientes, lo que hace que frunza el ceño medio confundida y molesta, no entender su comportamiento me está haciendo poner ansiosa- Deku se llevó el primer lugar, como siempre, y además se tomó el tiempo de ayudarte y hacerte ganar el segundo lugar -ladeo la cabeza cuando advierto algo de cinismo y enojo en su tono.

- ¿Estás molesto por eso? ¿Porque te ganamos? -me resulta extraño e incomprensible que esa sea la causa de su molestia, se gira hacia mí y me mira por primera vez, con su ceño muy fruncido y su boca retraída en una mueca- Iida, ¿en serio? -me encojo de hombros sin saber qué decir a su actitud, sin saber qué decirle por el hecho de ganar con ayuda de Midoriya- Admito que en cierto sentido fue como hacer trampa, pero...

- No es eso -me interrumpe con brusquedad, nuestros ojos se encuentran de nuevo y lo poco de felicidad que tenía en mi ser se esfuma- No vinimos a la academia a hacer amigos, t/n, vinimos a superarnos a nosotros mismos y a los demás, a ser los mejores y terminar como los número uno -utiliza su característico tono serio y acelerado, mientras me mira fijamente con cierta exaltación- Una cosa es hacer amistades en los pasillos o en la cafetería, otra muy diferente es hacerla en el campo de batalla cuando estamos compitiendo entre nosotros.

- ¿Entonces...? -pone los ojos en blanco cuando escucha mi tono confundido, sé que está algo exasperado, pero sigo sin entender por qué- Que yo sepa no está prohibido hacer amistades -hablo con total normalidad y calma, entre tanto mis ojos pasean por su cuerpo, estudiando sus reacciones y movimientos.

- No, no lo está -dice con amargura, frunzo el ceño y me cruzo de brazos notando como su enfado crece poco a poco.

- ¿Y entonces qué te pasa? -la pregunta sale un poco alterada de mi boca, y es algo que no lamento ni evito. Su comportamiento tan alerta y a la defensiva me pone nerviosa, el no saber qué lo molesta o lo inquieta hace que quiera gritarle, si no me lo dice no voy a poder ayudarlo- ¿Acaso te molesta que haya ganado, a eso te refieres?