18 | secuestro, miami y oh baby

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Mi espalda choco contra la pared con bastante fuerza pero el dolor quedó olvidado cuando la boca de Alex regresó a mi cuello, lamiendo, besando y mordiendo todo lo que podía alcanzar.
Mis dedos se enredaban en su cabello pero sabían que tenían un trabajo más emocionante por hacer. Tome el dobladillo de mi blusa haciendo que nos alejáramos por algunos segundos, al ver mi intención y como un hombre en una misión, su boca ahora se colocó en mi pecho bajando cada vez más y más.

Con mis mismos pies me quite los zapatos y los lancé lejos a alguna parte de la casa, mientras más rápido la ropa fuera yéndose mejor iban a ir las cosas.

—Llévame...—exhalé—...llévame al cuarto.

Nos miramos, esperando la aprobación del otro o un signo de arrepentimiento, no hubo nada de eso. Asintió y me llevo al corredor, abriendo la puerta y dejando mis pies en el piso. Mi corazón latía fuerte pero lo obligué a calmarse y recordarme que este podría ser de los mejores días de mi vida.

Uno que iba a atesorar por siempre, aún cuando estemos separados por miles de kilómetros.

4 horas y veinticinco minutos antes...

Dos días sin saber nada de Alexander.

Si, decidí llamarlo de nuevo Alexander y no sé por qué estoy enojada. Sé y recuerdo perfectamente que fui yo la que le dijo que paráramos todo esto. Mi lado maduro y pensativo me dijo que era la mejor opción así nos ahorraríamos de corazones rotos y lágrimas. Mi lado malo me decía que fue una estupidez, mientras que por muy dentro esperaba que me dijera algo como "no lo puedo hacer" "no puedo alejarme de ti" "no puedo vivir sin ti". Mi imaginación no tiene límites, enserio estaba esperándolo al día siguiente que bajara de un corcel y me pidiera que me casara con el.

Pero no, o sea, si salgo (salía) con un príncipe pero del tipo realista y no de película.

No esperaba que enserio me diera la razón y se fuera y no solo eso, que me dejara de hablar o al menos escribir.

Mmm, hello? ¿Qué esperabas? Tu fuiste la que dio el primer paso al terminar esto.

Ni siquiera el pedazo de pizza que me estoy comiendo me sabe tan bueno, y es que no entiendo nada. Todavía mis pensamientos razonables me decían que estuvo bien lo que hizo, yo no encajaba en su mundo y viceversa, veníamos de lados muuuuy diferentes para decir "wuu, seamos novios y después casémonos y seré la esposa del rey de Inglaterra".

Estaba pensando tanto en Alex que hasta mi mente creó una imagen de él caminando hacia a mi con no uno o dos, no, cinco tipos altos con trajes y lentes oscuros, con aparatos estampados en sus orejas y caminando literal formados alrededor de él.

Esperen, si los estoy viendo en realidad, mi mente no estaba creando imágenes.

Juraba que los veía caminar en cámara lenta.

Cuando alcanzaron el área de sillas y mesas fue cuando empecé a confundirme .El lugar de comida de los tantos en todo el campus pero personalmente esté es mi favorito, está al aire libre, lejos de los hostigastes salones de clases y se podía ver el océano desde aquí, pero bueno, regresemos a estos ingleses.

Alex y sus claramente guardaespaldas se pararon en frente de mi mesa, viendo que tal ves como me veo, con la rebanada de pizza todavía en mi boca. Nunca creerías que Alex es al que tienen que proteger porque es igual de alto que todos los demás, sin embargo lo diferenciaban los trajes y los lentes de sol. Alex llevaba un traje ridículamente caro, azul marino sin corbata, mientras que los otros uno negro común y corriente con corbata negra. Lo que hizo que mis panties se desintegraran fue que Alex por su lado también llevaba lentes de sol, pero de marca ray ban estilo aviador, lucia exquisito el maldito. No recuerdo haberlo visto con lentes. Con traje y todo este look se llevaban el puesto número uno en mis fantasías para mis noches solas y tristes.

shine, prince | 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora