Capitulo 14

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BRIGHT


Cada vez que salía de la ciudad, era como quitarme un par de pantalones, salpicados de barro, o más probablemente, de sangre. Era deshacerme de la suciedad y el disgusto que tenía por mi trabajo y sumergirme en todo lo que era bueno y limpio de Win.


¿Qué es lo que ve en mí? Me preguntaba mientras volaba por el camino de tierra, doblando la última curva hacia la cabaña. Win se merecía algo mejor que yo. Debería estar casado con un corredor de bolsa, o tal vez un farmacéutico, alguien agradable, normal y seguro. Debería estar rodeado de niños que se reían felizmente. Nunca había estado destinado a estar de cuclillas en una choza, temiendo por su vida, y de alguna manera involucrado con un sicario.


Y luego a la duda se le unió un pensamiento que me había estado molestando durante un tiempo... tal vez debería cortar todos los lazos, evitar que cayera aún más por este agujero.


Pfft. No es probable. Era demasiado egoísta para obligarlo a tomar esa decisión. Ya había intentado alejarme una vez, y mira cómo resultó. No, necesitaba a Win como necesitaba el aire para respirar. Respetaría sus deseos si no me quisiera, pero incluso si me obligaba a dejar su lado, sabía con certeza que nunca dejaría de protegerlo.


Para variar, cuando atravesé el bosque a pie, vi a uno de los agentes. Era N?Khao, y me miró a los ojos por un momento antes de apartar la mirada, un feroz rubor enrojeció sus mejillas. Qué hombre tan tímido, pensé para mí mismo con una pequeña sonrisa.


Pero luego vi a P'Pod en su puesto en la puerta, y me frunció el ceño.




—Genial, mira quién está aquí —gruñó.


—¿Qué mosco te a picado? —pregunté. Siempre había algo, y me gustaba escuchar las diversas razones de por qué todo era horrible. De alguna manera me hacía sentir mejor acerca de mis propios dilemas cuando P'Pod se quejaba de la forma en que su calcetín se enganchaba en la uña del pie, o sobre cómo el agua embotellada sabía a plástico.


—Bueno, veamos... primero están todos los resortes de la cama chirriando y los gemidos que tenemos que escuchar cuando estás aquí. Y ahora, están los vómitos. No traes nada más que dolor.


Mi estómago se hundió. Hoy, sus quejas no eran divertidas.


—¿Win ha estado enfermo? —Mientras preguntaba, pasé delante de hi, sin molestarme en esperar su respuesta. Necesitaba verlo por mí mismo.


Encontré a Win encaramado en el borde del sofá, con la cabeza entre las manos. Miró hacia arriba cuando escuchó la puerta abrirse, y la expresión de su rostro hizo que mi corazón se contrajera. Ciertamente no se veía bien, con manchas rojas en las mejillas como si hubiera estado llorando. Círculos oscuros colgaban debajo de sus ojos.


Caí de rodillas ante él y sostuve sus manos en las mías.


TERMINADO [BrightWin] DIRE APPLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora