TERMINADO [BrightWin] DIRE APPLE

Epilogo

Win

Me senté en la playa, hundí los pies descalzos en la arena tibia e inspiré profundamente. Nunca me cansaría del aroma cuando la brisa del mar revolvía mi cabello y mi camisa de gran tamaño. La mezcla de salmuera y algas marinas era el aroma de la libertad, y saqué la lengua y sentí un hormigueo cuando imaginé saborear la sal. Ojalá pudiera comerla.

Una risita desde más arriba en la playa me hizo proteger mis ojos del sol y girar en esa dirección. P'Bright se había remangado los vaqueros y huía de Charly. Nuestro hijo, que estaba celebrando su tercer cumpleaños, se paseó por el agua dándole una patada en la cara a su padre alfa. Bright se derrumbó de espaldas con los brazos en alto, las olas le bañaban los pies y gritó:

—Me rindo.

Mi corazón dio un vuelco ante esas palabras, y por un segundo no estaba con mis seres queridos disfrutando de una tarde divertida, sino rodeado de mafiosos, casas francas, armas, juicios y agentes federales.

El arresto de P'Yod, junto con sus matones, el último día en la cabaña, puso en marcha una cadena de eventos que se extendieron mucho más allá de la familia que mi padre había creado. Mi antigua casa de la infancia fue asaltada y todos los documentos y computadoras confiscados. A P'Yod no se le concedió la libertad bajo fianza esta vez, y por lo que escuché, había criticado la injusticia de estar encarcelado.

Por su propia seguridad, que me importaba un carajo, y la mía, lo mantuvieron en régimen de aislamiento. El fiscal no quiso darle otra oportunidad para organizar un segundo ataque en contra Bright y de mí. Y el juez estuvo de acuerdo. Al no estar al tanto de todos los tratos de mi padre, me pregunté hasta dónde se habían extendido los tentáculos de la familia a través del sistema judicial, razón por la cual tuve que recurrir a protección de testigos.

Cuando los miembros de la familia fueron arrestados y derramaron sus tripas, se hizo evidente cómo la podredumbre había penetrado en las fuerzas del orden. Papa era un tipo inteligente. Había pagado a más de la mitad de los policías en los distritos policiales de la ciudad, y mucho más allá, lo que nos había mantenido a él y a mí a salvo.

Pero el problema con la podedumbre es que no puede sostenerse por sí misma y corroe su sistema de soporte hasta que colapsa. Los socios de mi padre le eran leales. ¿A P'Yod? No tanto. Y cantaron como el canario proverbial, balbuceando secretos y dando nombres, incluso incriminandolo, con la esperanza de una sentencia más ligera para ellos.

A Bright, al bebé y a mí nos habían colocado en dos habitaciones de motel contiguas, a un paso de la cabaña, pero no durante mucho tiempo, mientras que los agentes ocuparon una habitación a cada lado. Las quemaduras de cigarrillo y las manchas de Dios sabe qué en la alfombra me revolvíeron el estómago. Agradecido de no estar más embarazado, ignoré la atmósfera y celebré sobrevivir a la terrible experiencia en el bosque. Phi y yo también nos concentramos en crear una nueva familia, no una compuesta por mafiosos, sino una que giraba en torno a nosotros y nuestro hijo.

Durante el juicio, había prestado declaración a distancia, negándome a dejar a Charlie pero Bright había accedido a comparecer en persona. Él y los fiscales decidieron que su evidencia era más poderosa y que podía establecer una conexión con el jurado si estaba en la sala del tribunal y no aparecía en un monitor de video.

A pesar de que el sórdido abogado de P'Yod mencionó la lealtad de Bright hacia mi padre y sus numerosos golpes contra los enemigos de la familia, el jurado no se dejó influir por los detalles de su vida anterior, o que, como a mí, le habían dado inmunidad. El juicio terminó con un veredicto de culpabilidad y P'Yod fue condenado a cadena perpetua, aunque había apelado la sentencia.