¿𝑪𝒂𝒇𝒆 𝒀 𝑷𝒂𝒔𝒕𝒆𝒍 𝑫𝒆 𝑴𝒐𝒓𝒂𝒔? [𝑻𝒂𝒎𝒂𝒌𝒊 𝑨𝒎𝒂𝒋𝒊𝒌𝒊 𝒀 𝑻𝒖]

✨ 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 10✨

— ¿Puedo. . . Pasar? — Se escucho del otro lado de la puerta.

— Claro Amajiki-Sempai — La chica se emocionó, no recibía visitas seguidas, solo las de las enfermeras del hospital.

Si bien su pierna había quedado lesionada, y ahora mismo estaba enyesada por lo cual también tenía que quedarse en el hospital, al menos por unos dos días más.

— Te traje esto. . . — El chico extendió su mano en la cual venía una bolsa con algunas cosas dentro, el azabache acercó un silla y se sentó al lado de la camilla — Espero te guste. . .

La chica sonrió y se sonrojo, pensando en los pequeños detalles del azabache hacia ella, últimamente sus pensamientos estaban apoderados del chico, hasta aveces se recordaba aquellos memes.

¿No estas cansado? De dar tantas vueltas en mi cabeza.

Se rio internamente y comenzó a sacar las cosas que él azabache había traído, para empezar un par de libro que ella internamente agradecía.

— No debió molestarse.

— Se que te gustan los libros de fantasía, para ser exactos los de hadas — La chica lo observó ¿Como recordaba eso? — Por eso mismo te traje dos de ellas.

— Si, me encantan — La chica volvió a abrir la bolsa mirando algo que llamó su atención, sacó aquello con cuidado, era una rebanada de su pastel favorito — ¿Como. . .?

— ¡Pediste eso el otro día! — exclamó Tamaki, fue la respuesta más rápida que pudo conseguir, de verdad el no quería que ella pensara que él era un acosador.

La castaña soltó una risita que hizo que el azabache se sonrojara, agachó la cabeza estaba avergonzado.

— Eres muy observador Amajiki-sempai y. . .

— Puedes llamarme Tamaki. . .

— ¿He? — La chica lo observo

— Si gustas puedes llamarme Tamaki — Esta vez ahora el chico observaba a algún lugar de la habitación esperando la reacción de su compañera.

— Tamaki. . . — Pronunció la chica ¿Estaba soñando? ¿Su sempai la dejó llamarlo por su nombre? No lo creía — Tamaki.
. . Tamaki-San.

El zabache esperaba cuaquier reacción menos esa, observó a la chica de reojo la cual tenía una mano cerca de su boca, estaba sonrojada y nerviosa, los colores naranjos y rosados entraban por la ventana así haciendo un fondo perfecto a la vista del azabache.

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