¿𝑪𝒂𝒇𝒆 𝒀 𝑷𝒂𝒔𝒕𝒆𝒍 𝑫𝒆 𝑴𝒐𝒓𝒂𝒔? [𝑻𝒂𝒎𝒂𝒌𝒊 𝑨𝒎𝒂𝒋𝒊𝒌𝒊 𝒀 𝑻𝒖]

✨ 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 11 ✨

—— Tamaki-san. . . Que sorpresa — Susurro la chica al ver al azabache afuera del hospital, traía consigo un pequeño ramo con un girasol en el medio.

— Sabía que te daban de alta hoy. . . Así Q- —Alguien lo interrumpió.

— Ya es todo vámonos — Del interior del hospital salió un chico de cabello castaño, alto, y de muy buena complexión, abrazo a la castaña de los hombros sin percatarse de la presencia del chico.

Tamaki bajo la mirada avergonzado.

¿Como no lo pudo pensar antes?.

No era difícil imaginar que una chica bonita tuviera novio.

— Tamaki-san.

— Esto. . . — Ahora el azabache se sentía en una situación embarazosa solo por seguir las recomendaciones de Fatgum y Kirishima — Creo que mejor, me voy.

— ¡Es mi hermano! — Alzó la voz la castaña, mientras un sonrojo inundaba sus mejillas, el castaño la observó y alzó una ceja.

— Hermana, acaso. . . ¡¿Es tu novio!? — El chico de nombre Fénix, dejo de abrazar a la castaña y la observaba de manera burlona, la castaña avergonzada negó rápidamente.

— N-no. . . Fénix no es lo que crees — Siguió negando mientras sus mejillas se tornaba aún más rojas, la chica sintió que de repente comenzó a hacer calor.

Luego las preguntas inundaron su pequeña mente.

¿Por qué le daba explicaciones al azabache?

¿Por qué le interesaba, que Tamaki no malinterpretara las cosas?

Y la más importante.

¿Por qué su corazón no dejaba de latir tan rápido, cuando observó al azabache con aquellas flores?

Tamaki igual de avergonzado que la castaña, miró a su alrededor en busca de alguna pared cercana, deseaba ocultar su rostro en ese preciso momento.

« ¡Que vergüenza! ¡Debe ser su hermano mayor!» Pensó en azabache aún con la mirada en el suelo, y rojo a más no poder.

— ¿Son para mi? — La chica intentó cambiar el tema de manera rápida.

— ¿He? — Tamaki observó su mano, por el nerviosismo había olvidado las flores — S-si son para ti.

Extendió el ramo de rosas y la castaña camino donde él para tomarlas.

— Son muy lindas. . . — Susurro, sus dedos rozaron con los del azabache y un leve sonrojo inundó sus rostros — Gracias.

— Andando enana, mamá nos espera, preparo tu comida favorita — Comenzó a caminar Félix.

— ¿Quisieras cenar con nosotros? — La chica lo observobesperando una respuesta positiva — No aceptaré un no por respuesta.

La castaña sonrió y tomó la mano del azabache, arrastrando lo consigo.

🦋

Estamos a nada de concluir la historia.

UwU

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