Capítulo II

525 76 28
                                    

Advertencias: segunda parte de Kilig, por lo tanto, para entenderla, debes haber leído previamente esa historia. BinWoo. Angst y drama en estos primeros caps.

Taeyong se encerró en el baño cuando el timbre para salir de clases sonó, ignorando por completo la tímida voz de Wonyoung que le estuvo llamando todo el día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Taeyong se encerró en el baño cuando el timbre para salir de clases sonó, ignorando por completo la tímida voz de Wonyoung que le estuvo llamando todo el día. Se sentó sobre el cubículo, mientras se obligaba a tomar aire y calmar la sensación pesada en su estómago.

Llevaba una semana haciendo eso: huir de Park Wonyoung, ignorándola como si nada, para esconderse en los baños de hombres hasta que sabía que todo el mundo se marchó y regresar a casa caminando. Esperaba calmar un poco su mente de toda la ansiedad que cada día se volvía más y más torturadora.

No se veía capaz de salir con el resto de las personas para ver a Wonyoung acercándose a su hermano mayor, Youngho, porque sentía que iría a exigirle respuestas, a pesar de que no quisiera saber la verdad.

Soltó un bufido.

¿Qué verdad? Su madre era Hyewon. Su padre era Moonbin. Nadie iba a cambiar eso, menos la presencia fantasma de una persona que no conocía.

Se puso de pie, agarrando su mochila, y salió del baño caminando hacia la salida.

Por supuesto, se quedó quieto en el umbral de la puerta cuando observó a Wonyoung sollozando dentro de un auto, mientras otros dos chicos discutían afuera. Reconoció a Youngho, por supuesto, con su chaqueta de cuero y su cabello desordenado, pero el otro chico...

No, demonios, tenía que irse de allí.

Se giró, tragando saliva, bajando la cabeza, pero su suerte, por supuesto, no lo iba a ayudar mucho en ese momento.

—¡Taeyoooooooooong!

Se quedó quieto cuando el grito de Yujin resonó en el patio y levantó la vista, viendo a su hermanita corriendo hacia él con una expresión llena de felicidad.

Mordió su labio inferior, batallando internamente si volver o no al interior del colegio, pero ya era demasiado tarde. Podía sentir los ojos de Youngho puestos sobre él, poniéndolo más nervioso que nunca.

Yujin se lanzó a sus brazos, riendo.

—¿Qué ocurre, princesa? — preguntó con tono dulce, fingiendo una calma que no sentía.

La chica arrugó el ceño.

—Hoy es viernes — dijo, confundida.

Taeyong dejó salir el aire, derrotado, porque olvidó que cada viernes llevaba a Yujin a comer helado luego de clases.

—Vamos entonces — se apresuró a decir, dispuesto a salir corriendo de allí si era posible.

Por supuesto, no resultó.

—Taeyong.

Aunque se llevó una sorpresa cuando la persona que habló no fue Youngho, con su voz grave y aterciopelada, sino una voz más suave y dulce.

YUANFEN » ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora