Capítulo XXII

375 33 17
                                    

IMPORTANTE LEER ESTA NOTA

Antes de leer, me gustaría aclarar unas cositas…
Verán, después de todo lo que pasó por fin tuve las ganas suficientes para continuar con esto, lamento mucho haber tardado.

Tengo que mencionar varios puntos:

—Les recalco que esta novela tiene contenido explícito, sensible y posiblemente violento, así que la lectura queda bajo su propia responsabilidad.

—Quiero que sepan que en caso de tocar temas DEMASIADO sensibles pondré un trigger warning para que sepan lo que se viene.

—Ya estamos por terminar Yuanfen, ¿pueden creerlo? Después de todo este tiempo jaja

Haré más aclaraciones con el tiempo, por mientras, esto es todo.

Muchas gracias por seguir aquí<3

Ahora sí...

Advertencias: segunda parte de Kilig, por lo tanto, para entenderla, debes haber leído previamente esa historia. BinWoo.

Doyoung quería que Jinhwa le dejara de molestar, pero el alfa parecía no querer rendirse en su torpe coqueteo acosador que ya le estaba cansando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Doyoung quería que Jinhwa le dejara de molestar, pero el alfa parecía no querer rendirse en su torpe coqueteo acosador que ya le estaba cansando.

—Detente, por favor―le pidió, tratando de que su voz fuera suave, dulce, como el tono de esos omegas perfectos que veía en televisión y que nunca podría ser.

Pero Jinhwa daba miedo cuando se enojaba, y si Doyoung le rechazaba de forma grosera, el alfa no iba a dudar en golpearlo.

Y Doyoung no quería que esa noche quedara arruinada, porque era la fiesta de Hanbin, quería relajarse un poco y olvidar todas las cosas que tenía que estudiar para el colegio. Ese maldito, jodido colegio en el que sólo sacaba notas deficientes, como el resto de compañeros omegas que tenía.

—Vamos, vamos Doyoung—dijo Jinhwa su sonrisa desapareciendo, deja que te folle y te dejaré en paz. Esta noche hueles muy bien.

El alfa lo agarró de la muñeca, pero Doyoung tiró de ella. Sin embargo, el chico se negó a soltarlo, con la expresión divertida en su rostro desapareciendo.

Doyoung estaba algo mareado, la música retumbando en sus oídos, su estómago revolviéndose, como si fuera a vomitar. Sus piernas temblaron.

Jinhwa alcanzó a agarrarlo, acercando su cuerpo, y se estremeció cuando el alfa olisqueó su cuello.

—Oh—susurró el alfa con expresión de alegría.— ¿Estás en celo?

YUANFEN » ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora