Capítulo VII

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Advertencias: segunda parte de Kilig, por lo tanto, para entenderla, debes haber leído previamente esa historia. BinWoo.

—Yujin, ¿estás lista?

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—Yujin, ¿estás lista?

La chica levantó la vista de su bolso, mirando a Taeyong arrodillado frente a ella, y sorbió por su nariz.

—¿A dónde iremos? —preguntó con la voz temblando.

—A un hotel — dijo Taeyong, limpiando sus lágrimas. — ¿Estás triste porque papá y mamá se van a divorciar?

La omega negó con la cabeza, tratando de calmarse gracias al toque dulce de Taeyong.

—No, Taeyongie, no soy tonta — dijo en voz baja —, sé que papá no quiere a mamá y ellos... uh... Ellos son un desastre juntos — Taeyong asintió, dándole la razón en silencio. — Pero tengo miedo, ayer mamá... ella... ella estaba enojada y la abuela estaba aquí y peleaban a gritos....

Taeyong la tomó de la mano, mirándola con cariño porque sabía cuánto miedo le daba a Yujin su abuela, el temor que sentía por equivocarse frente a ella y llevarse una reprimenda.

En el fondo, Taeyong también le tenía mucho miedo, pero no iba a demostrárselo pues sabía que eso sería alimentar su ego.

—¿Qué estaban diciendo? — le preguntó con voz suave.

Yujin sollozó.

—La abuela le decía a mamá que tenía que hacerse marcar por papá, aunque lo forzara, y tener otro bebé — lloró la niña —, y luego habló algo sobre hacerte entender a la fuerza que nosotros somos tu familia — Yujin hipó —. No lo entendí bien, Taeyongie, ¿qué quería decir con eso? ¿Nos vas a dejar? ¿Me vas a dejar?

Taeyong la miró, alarmado de que hubiera escuchado esas cosas, y la abrazó con fuerza, sintiéndola sollozar contra su cuerpo. Su pequeña, dulce y amable Yujin, que no le hizo nunca daño a nadie, ni tampoco se volvió mala o petulante cuando tenía toda la atención sobre ella en los años que creían que iba a ser alfa.

Yujin no era su hermana, pero, así como Moonbin tampoco era su papá, a Taeyong no le importaba.

—Claro que no te dejaré — le dijo con voz seria —, ¿cómo puedes creer eso de mí? Eres mi bonita princesa. Sólo voy a dejarte cuando llegue un alfa decente y quiera casarse contigo, que espero que sea nunca.

Yujin soltó una risa baja, asintiendo, y Taeyong le dio un beso en la mejilla antes de ponerse de pie, tirando de ella a su lado para bajar juntos la escalera. Moonbin ya los esperaba abajo, llevando también un bolso mientras Hyewon le suplicaba que se quedara, que no se marchara, pero su papá parecía decidido a ignorarla.

—¿Yujin? ¿Taeyong? — Hyewon los miró con lágrimas en los ojos —. No le hagan caso a su papá, quédense aquí, ¡somos una familia!

—Lo mejor es esto, mamá — dijo Taeyong con voz vacilante.

YUANFEN » ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora