Capítulo XXI

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Advertencias: segunda parte de Kilig, por lo tanto, para entenderla, debes haber leído previamente esa historia. BinWoo.

Dongmin se sentó en el sofá con una expresión helada, como si fuera el rey de la casa, y Taeyong se ubicó a su lado en una posición protectora, sin quitarle los ojos de encima a Hyewon

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Dongmin se sentó en el sofá con una expresión helada, como si fuera el rey de la casa, y Taeyong se ubicó a su lado en una posición protectora, sin quitarle los ojos de encima a Hyewon.

Moonbin, por otro lado, sonrió ferozmente, acariciandole el cabello a Yujin.

—¿Realmente creías que yo iba a permitir que lo mataran, mamá? —preguntó en un gruñido feroz—. Luego de todo lo que pasamos, ¿creías que iba a descuidarme así?

Dongmin se rió en voz baja.

—Me pilló por sorpresa—le dijo Dongmin con aire indiferente—, pero ya sabemos de sus jueguitos, Hyewon. Ahora —se volteó hacia Moonbin, como si estuvieran hablando del clima —, ¿está listo el divorcio, cariño?

Moonbin ladeó la cabeza, mientras su madre y Hyewon permanecían en silencio, descolocadas todavía.

—Está en trámite — dijo Moonbin—, necesitamos firmar sólo unos papeles y estará todo listo.

—No lo haré—habló Hyewon por primera vez—, no creas que lo haré, Moonbin, no pretendo...

—Firmarás todos esos papeles, Hyewon—gruñó Moonbin, con la gracia desapareciendo de su voz, y Hyewon se tensó, sus hombros crispándose —, vas a darme el divorcio sin reclamar.

—¡Moonbin! —gritó su madre — ¿Quién te crees que eres? ¡No creas que…!

—No me manejarás más, Gahyeon —escupió Moonbin—, esto se acabó, ¿no lo entiendes, acaso? ¿Qué sigues pretendiendo? —Moonbin alzó su barbilla — Taeyong ya es grande, ¿crees que al Gobierno le importará que esté vivo a estas alturas? A ellos les importará más saber que los Moon les hayan ocultado todo esto, con lo que respetan las tradiciones, supuestamente, y si nos quieren quitar la empresa... Bueno, me importa una mierda. Nunca la he querido.

—Bueno, yo si la quiero—reclamó Taeyong.

—Por dios, tú cállate bebé gordo—espetó Moonbin.

Dongmin abrazó a Taeyong para que dejara de balbucear cosas, indignado.

Hyewon apretó su boca un instante, con sus ojos llenos de lágrimas, pero dejó de mirar a Moonbin para enfocar su vista en Dongmin, el odio brillando en su rostro.

—¿Estás feliz ahora, bastardo? —le escupió con ira— ¿Estás feliz por todo lo que has hecho?!

Dongmin se rió.

—Deja el show, Hyewon—habló, sin borrar la sonrisa —, no eres una víctima aquí. Pero respondiendo... Estoy increíblemente feliz— echó a un lado la cabeza, mostrando su marca. — Catorce años, y no pudiste lograr que Moonbin te marcara. No pudiste conseguirlo, pero yo...— soltó una risa más fuerte, un patético omega que fue usado, lo consiguió antes que tú. ¿No es eso divertido, Hyewon?

YUANFEN » ᵇⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora