capitulo 1

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Mis manos están temblando al igual que mis piernas, mis ojos se cierran y mi respiración se acérela cada vez más.

"Tranquila cariño" mi madre dice colocando una mano en mi pierna mientras la otra sigue estando firme en el volante.
"Estoy bien" la miro y le doy mi mejor sonrisa fingida, estoy segura que eso la tranquilizara, siempre lo hace.
Cierro los ojos por unos minutos mientras el carro sigue en movimiento, rogando mentalmente al universo que el motor se averíe.

"Llegamos" dice mi madre dándome palmadas  en la pierna para que abra los ojos.

maldito universo, nunca me escucha.

Desabrocho el cinturón y salgo del gran carro blanco. Miro a mi madre antes de cerrar la puerta.

"¿De verdad tengo que ir?" digo aún sabiendo la respuesta.

"Cariño, solo respira y entra. Estarás bien, esto es lo mejor que puedes hacer" mi madre me mira y antes de poder responder se estira para cerrar la puerta por la que salí. Entrecierro los ojos enojada, ella solo me da su típica sonrisa dulce y prende de nuevo el carro. Veo como lentamente se aleja de mi.

"Adiós mamá" digo entre dientes.

Giro sobre mis talones para encontrarme con lo que me ha estado atormentando todas estas noches.

Ahí está, el gran hospital "SALUD & VIRTUD".
El hospital más grande de mi ciudad y el que más he evitado, miro las enormes letras que están justo en el centro del gran edificio de ladrillo.
Es un edificio muy lindo hablando de infraestructura, es grande, más o menos 17 pisos, es bastante moderno dado que su construcción terminó hace un año.

Empiezo a caminar hacia la enorme puerta de cristal y
una vez adentro del edificio me dirijo hacia la mesa redonda en el centro, es más bien un estante muy grande en donde tres señoritas están de recepcionistas.

"Buenas tardes, me podría ayudar con el consultorio de la Dr. Celia Domínguez, tengo una cita en cinco minutos" la señorita frente a mi me mira como si tuviera algo en la cara.

"¿La Dr Celia, estás segura que es a ella a quien buscas?" dice la señorita con un tono bastante preocupado sin dejar de sonar amable.

Sabía que esto pasaría, la Dr Celia es una reconocida psicóloga, el problema es que por lo general sus pacientes son personas pasadas los cuarenta años.
La doctora Celia consiguió su reconocimiento después de haber reconstruido cincuenta y cinco matrimonios en dos meses, incluso salió en el periódico e hizo entrevistas en canales nacionales; sin embargo esa no es su única "rama" también ayuda a algunos jóvenes de lo que tenía entendido, pero supongo que no es nada común ver a alguien tan joven donde la Dr Celia.

"Si, estoy muy segura que es ella" digo intentando sonar lo más tranquila posible.

"Oh, esta bien, sexto piso puerta 601"

"Gracias" digo y empiezo a caminar hacia a los elevadores.

Las puertas del gran elevador se abren, entro y presiono el botón del sexto piso, voy viendo como el número cambia en la pequeña pantalla del elevador. Las puertas se abren nuevamente y salgo inmediatamente, siempre he tenido miedo a las puertas de los elevadores, siento que se pueden cerrar mientras aún no salgo y dividirme por la mitad. Tal vez sea un poco tonto pero no puedo evitarlo.
Camino por el largo pasillo mirando fijamente los números en las puertas.

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