Capítulo 5

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«I know you've been hurt before
But you don't have to run from me, I'm on your side...»
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–¿Se puede saber qué le dijiste a Dereck para que se comporte..– lo observo desde mi lugar y ladeo la cabeza –. así?

Mi primo camina alrededor de toda su habitación arrojando ropa, papeles y, lo que parece, comida vieja, buscando no sé qué y balbuceando cada tanto.

Yo estoy sentada en el borde de su cama, mientras que Robin se mantiene apoyado contra la puerta con los brazos cruzados.

–Solo le dije que andas deprimida y que casi saltas por la ventana hace un rato.– se encoge de hombros, en lo que yo abro los ojos exageradamente.

–¡¿Por qué le dijiste eso?!¡¿Es que acaso no sabes cómo es?!– exclamo histérica.

–¡Lo encontré!– ambos desviamos nuestra atención a Dereck, quien tiene en su mano un pedazo de papel.

–¿Qué es eso?– cuestiono.

–El número de mi ex psicóloga, te servirá.– giro el rostro como la niña del exorcista en dirección a Robin para fulminarlo con la mirada.

–No necesito eso, Dereck.– aseguro.

–Pero él dijo…

–No es cierto… en parte.– es todo lo que digo.

Por unos segundos, nadie habla, y luego siento a alguien sentarse a mi lado.

–¿Quieres hablar de eso?– susurra, niego con la cabeza, para luego levantar la mirada lentamente y mirar al otro chico.

–Está bien, indirecta captada– levanta ambas manos –, estaré en la cocina, no hagan nada raro.– arquea una ceja, para luego salir de la habitación, dejando la puerta completamente abierta.

–Ya lleva dos meses aquí, ¿cómo es que sigue creyendo que…?

–Es Dereck– le recuerdo, él asiente con una mueca –. Y no debiste haberle dicho eso, porque parece despreocupado y tranquilo, pero seguro está muriéndose de miedo al pensar que "quise saltar por la ventana".– hago comillas con los dedos.

–Está bien, no pensé muy bien en eso, lo lamento– asiento con una sonrisa de boca cerrada, él suelta un suspiro y me mira serio –. ¿Ahora me dirás qué sucede?

Robin es mi amigo y confidente prácticamente desde que se mudó hace cinco años, con su hermana mayor. Es mi consejero y yo la suya, al ser vecinos, no importa si llueve, truene o el cielo se esté cayendo, siempre estamos el uno para el otro en el momento en que más uno necesite desahogarse.

Claro que el pelinegro es mi mejor amigo, pero, por obvias razones, hay cosas que a él no puedo contarle jeje.

–Corbyn...– y basta decir su nombre para que mis ojos vuelvan a humedecerse, y el cuerpo de Robin se tense.

–¿Qué sucede con él?– frunce el ceño.

–Es que… conoció a alguien.– digo en apenas un susurro.

–Vaya…– suelta otro suspiro y su mirada se pierde en algún punto de la pared, sé que está pensando en qué decirme –. En algún momento iba a suceder, ¿o no?– frunzo los labios y asiento –. No lo entiendo, ¿es que ese chico es ciego, o ignorante?

–¿Por qué?

–¿En serio?– arquea una ceja en mi dirección –. Hasta mi gato se dio cuenta de que te gusta, y solo los vió una vez.– exagera, mientras yo siento mi cara arder de vergüenza.

Un (Maldito) Favor [CB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora