마녀 1: Mercado 마녀

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Caminaba con tranquilidad por el jardín tras su casa, donde tenían la caseta de los cerdos y el corral de las gallinas. En sus manos, un cubo con todo tipo de comida, que desprendía un olor horrible. Se acercó al comedero de piedra que tenían para sus cerdos, y vacío el contenido del cubo allí. Los animales empezaron a comer de inmediato.

La castaña soltó un suspiro, volviendo hacia el interior de la casa, no antes sin dejar el cubo en el granero. Al entrar dentro pudo ver a su hermano sentado en la mesa, comiendo el desayuno, su padre había salido temprano para labrar el campo.

Se acercó al salpicadero, y comenzó a lavar los trastes con el trapo y el poco agua que tenían. Cuando acabo con eso, se limpió las manos con el trapo y lo dejó en su lugar, girándose para ver a su hermano.

- Tengo que ir al pozo a por más agua, y también iré al mercado. Ocúpate de los animales y de la casa, haz tus obligaciones.- le dijo Lia a su hermano menor, quien asintió sin rechistar.

Después de eso, cogió la canasta y el cubo y se dirigió a la puerta, saliendo de la casa. Dejó el cubo al lado de las escaleras, porque no podía cargar con el agua y la fruta a la vez, por lo que iría primero al mercado y luego al pozo.

Empezó a caminar en dirección al mercado, alejándose de la casa.

Una de las mujeres mayores del pueblo la saludó, y respondió al saludo con amabilidad. La castaña llevaba un vestido color marrón claro sin muchos detalles y su largo cabello atado en dos trenzas.

Siguió caminando por un rato hasta que llegó a las paradas. Se paró en un puesto, mirando algunas manzanas que comparar, cuando una voz a sus espaldas la sobresaltó.

- Eh, Jisoo.- dijo aquella voz, ella se giró, rodando los ojos.

- Hola, Sanghyeon.- murmuró ella, volviendo su vista a las frutas.

- ¿Irás a la fiesta del pueblo mañana?- pregunto el.

La castaña suspiró. Sabía que la estaba coqueteando, pero realmente no tenía ganas.- Sí, iré.- le contestó.- Pero iré con Ryu.- aviso.

Al chico se le borró la sonrisa y se marchó sin despedirse. La castaña suspiró aliviada. Obviamente, no iba a ir con Ryujin porque los padres de esta la odiaban y apenas se podían ver, pero era una pequeña mentira con la que podría lidiar luego.

Cuando termino de hacer las compras, volvió a la casa y agarró el cubo para dirigirse hacia el pozo.



















마녀

Hanging witches // JinliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora