마녀 5: Cosas extrañas 마녀

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- ¿Crees que nos habrán visto?- pregunto la rubia, preocupada.

Lia se encogió de hombros.- No lo sé, tampoco me importa.- dijo segura.

Ryujin negó.- Lia, nos colgarán..- murmuró preocupada.

La castaña asintió.- Pues que nos cuelguen.- dijo sin más, antes de volver a besar los labios de la rubia, quien sonrió por el gesto.

Ambas se abrazaron y la castaña volvió corriendo a su casa.

A la mañana siguiente, Lia se levantó cuando el sol empezaba a salir. Dio un bote de la cama, se había quedado dormida. Se vistió deprisa, y bajo abajo, viendo que su hermano San ya había desayunado y lo había dejado todo esparcido por la mesa.

Empezó a recoger la comida, notando a muchas moscas en el ambiente. Miró las manzanas, que estaban podridas. Frunció el ceño. Las había comparado ayer, era algo extraño. El pan tenía moho dentro y la harina tenía bichos. Todo era muy extraño.

Llamó a su perrita Bella para darle de comer, pero esta no apareció. Todo era muy extraño, pero los llamados de su hermano la sacaron de sus pensamientos.

- Eh, Jisoo.- murmuró su hermano.

- ¿Pasa algo?- pregunto un poco ida.

Su hermano asintió.- Tienes que ver esto.- le dijo, saliendo al jardín.

La castaña aún sin entender, siguió a su hermano hasta llegar frente a la caseta de los cerdos, y encontrar que esta estaba llena de sangre, y todos los cerdos muertos, excepto uno.

San hablo.- Ese de ahí se ha comido a los otros...- murmuró.

Lia intentó no estrangular a alguien y simplemente apretó los puños.- Trae el hacha.- San la miró incrédulo.- Ya.

El menor no esperó y le dio el hacha a su hermana, quien sin dudarlo entró a la caseta, matando a hachazos al único cerdo que les quedaba.

Después de eso, y de tirar todos los alimentos pasados, agarró el cubo y se dirigió al pozo como cada día. Intentaba no pensar todo aquello, ya que podría haber sido una coincidencia. Vio a lo lejos a un grupo de gente agrupada alrededor del pozo.

Se acercó a una de las pueblerinas de su edad.- ¿Pasa algo?- pregunto.

La chica asintió, la reconoció como Yeji.- Si, se ve que el cubo del pozo se ha atascado.- le explico.

Uno de los hombres tiraba de la cuerda, hasta que esta cedió, y tiro de ella para sacar el cubo de allí. Pero muchas exclamaciones empezaron a surgir cuando todos vieron lo que salió del pozo al tirar de la cuerda.

En vez de un cubo, en la cuerda había amarrado del cuello un pero, empapado y muerto por ahogamiento. Lia se tensó, al notar que era su perrita Bella, la perra que había allí.

Una mujer gritó.- ¡El agua está contaminada! ¡El diablo ha llegado al pueblo, estamos sumido en mala suerte!

Pero todo eso acababa de empezar, y empeoró cuando Ryujin se acercó a ella desde lo lejos.- Lia, mi padre se ha vuelto loco.- murmuró.



















마녀

Hanging witches // JinliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora