마녀3: Bayas 마녀

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Era un día nuevo, y Lia ya había hecho todas las tareas que le pertocavan, dejándole tiempo libre para ir a la fiesta del pueblo.

Aquella mañana, Yuna le había avisado de que ella y Ryujin querían ir a la cabaña de la hechicera por unas bayas especiales. Lia no se negó, porque realmente le intrigaba.

Cuando la noche cayó, salió de su casa, y se encontró a las afueras, a sus dos amigas. Saludo a ambas con una sonrisa amable, y las tres empezaron a caminar bosque a dentro. Todo era silencioso, en algunos momentos se escuchaban ruidos extraños, pero ignoraron eso.

- ¿Esto es una buena idea?- pregunto Lia, después de un rato.

Yuna asintió, segura.- Claro que sí, he ido a casa de la hechicera Mary muchas veces y nunca me ha pillado.- dijo orgullosa.- Además, esas bayas son extrañas, te dejan una sensación extraña.- dijo emocionada.

Ryujin suspiro.- Si tú lo dices...

Después de unos minutos, llegaron frente a la casa de la hechicera Mary. Yuna sin dudar, se acercó y separó las dos telas que hacían de puerta. Dentro no había nadie, por lo que Yuna las miró con una sonrisa.

- Bien, buscad las bayas y nos vamos.- dijo entrando.

Las otras dos la siguieron y comenzaron a rebuscar entre las cosas. Había todo tipo de objetos, animales disecados, telas, libros, velas, estatuillas de maderas, cajas..., todo daba miedo a primera vista.

Lia, mientras sus amigas buscaban, se acercó a unas de las mesas llena de cosas. En esta había una caja, con algunas cosas gravadas. La abrió, viendo dentro de esta un libro bastante grueso, con la tapa forrada con piel. Lo cogió entre sus manos, y lo abrió, observando su interior.

Dibujos, escritos extraños, hojas y ramas. Cada página que pasaba, los dibujos se hacían más raros, y más perturbadores. Hasta que unos dibujos de un esqueleto y una cara extraña con lengua, llamaron su atención. A un lado de la página habían unas palabras extrañas escritas.

- Abadon, Azazel, Bercebú, Moloch,...Satán.- murmuró.

- ¿Qué haces?- pregunto una voz detrás de ella, asustándola.

Se giró de golpe, dejando el libro donde estaba. La hechicera Mary estaba delante de ella, con el ceño fruncido.- E-Esto, yo...- empezó.

Sus dos amigas se asomaron del otro lado de la carpa, quedándose en blanco al ver allí a la mujer.

- Largo.- dijo Mary.- ¡Marchaos de aquí, largo!- grito más fuerte.

Las tres obedecieron al instante, saliendo de allá, y corriendo de vuelta al pueblo. Yuna con las bayas en la mano, y una sonrisa triunfante.



















마녀

Hanging witches // JinliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora