Malos Hábitos

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Ni siquiera se dio cuenta en que momento llegaron a su casa, y no recuerda haberle dicho a Jun donde vivía.

Tal vez lo hizo, o tal vez no.

Paro cuando volvió en sí, ya estaba en el sillón de su sala, con Seokmin a su lado y tomándole de la mano.

Se sentía desorientado, pero el menos ya había parado de temblar y de llorar.

—¿Channie?— Llamó su hermano mayor, y volteó a verle— Oh, ya reaccionaste...¿Te sientes mejor? ¿Quieres que llame a Jihoon?

Abrió la boca para negar, pero la cerró y terminó asintiendo.

Se sentía demasiado frágil en ese momento, y solo quería a sus hermanos cerca.

Seokmin lo acercó a él, para esconderlo en su pecho. Chan se dejó abrazar, sintiéndose más relajado que hace unos minutos.

Y se percató de algo.

—¿Dónde está Jun?— Preguntó al recordar que su amigo fue quién lo trajo— ¿Ya...ya se fue?

—¿Hablas de ese niño?— Inquirió su hermano, señalando a una cabellera castaña que se asomaba por la entrada de la cocina— Es agradable, y me cae mejor que tus otros amigos.

—¡Soy mayor que tu!— Se quejó el más alto, asomando ahora su rostro con un puchero— Channie, ¿Cómo estás? ¿Quieres que corra a la tienda a comprarte otro helado?

Rió ligeramente, y negó.

—Estoy bien, creo— Respondió, encogiéndose de hombros— Ni yo sé que me pasó...

—Tuviste un ataque te pánico— Recordó su amigo con una mueca preocupada— Seokmin me preguntó lo que pasó, pero ni yo entendí muy bien, así que  se lo expliqué lo mejor posible.

Chan miró de reojo a su hermano, quién le miraba con ojos preocupados.

—¿Ese era papá?— Preguntó con hilo de voz, y cerró fuertemente sus ojos cuando él asintió— ¿Te hizo algún daño?

—Me agarró fuerte la muñeca— Comentó con desinterés fingido, inconscientemente sobándose dicho lugar— Y quería que lo llevara con ustedes.

Seokmin suspiró, y se levantó a buscar su teléfono para poder llamar a Jihoon, no sin antes revolver un poco sus cabellos.

Con ello, les dejó a Jun y a él solos.

Inevitablemente le dio pena que el mayor le viera en ese estado.

Él no solía ser así.

Él era Lee JungChan, el chico rudo y problemático de la secundaria. No era un niño que lloraba porque veía el rostro de alguien quién le hizo daño.

Así que, solo actuaría como lo solía hacer.

—Ya puedes irte— Dijo de manera algo fría, moviendo su pierna frenéticamente— Te agradezco la preocupación, pero ya no te necesito.

Se abofeteó a sí mismo por su uso de palabras, pero como siempre, Jun parecía comprender.

—No necesitas verte fuerte frente a mi, lo entiendo— Le sonrió con lo que quiere creer es cariño— Acabas de pasar una situación que despertó un trauma, tu reacción y mecanismos de defensa son normales luego del desmoronamiento. Descuida, sé que no lo dices en serio.

Ah, cierto, que el cerebrito es un psicólogo.

—No soy un psicólogo, solo soy un estudiante.

GOOD BOY [Juno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora