Mal Hermano

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Chan comía despreocupadamente su tercer envase de pudín.

Fue muy fácil hurtar las cajas del almacenamiento de la cocina, y como solo había cámaras en las afueras de la escuela, sería imposible que los descubrieran.

O eso creyeron.

—Lee JungChan— Uno de los prefectos le llamó el siguiente día en medio de las clases— Acompáñeme, por favor.

Sus amigos le miraron confundidos, pero decidió obedecer al hombre, quien se dirigía a la oficina del director.

Chan hizo una mueca, pues ya se temía lo que encontraría del otro lado de la puerta. O más bien, a quien.

Y efectivamente, una vez ingresó, lo primero que vio fue la mirada fría y acusatoria de su hermano mayor, quien quitó la cara ni bien logró captar el mensaje de que estaba frito.

—JungChan, toma asiento, por favor— Pidió el señor Kim, con voz decepcionada— Como aún no te ha quedado claro, creo que debemos de hablar de tu comportamiento con tu hermano. Ya se te había advertido respecto a tu comportamiento, y este acto de vandalismo no solo significa un reporte en tu expediente, sino también una falta grave dentro del reglamento estudiantil.

Tragó grueso al notar el tenso ambiente, y en como Jihoon aún no le miraba y cruzaba sus brazos.

—...¿Y eso que quiere decir?— Preguntó en voz baja, levemente asustado.

—Que tendré que expulsarte.

Abrió los ojos desmesuradamente al saber lo que eso significaba.

Las escuelas por donde vivían eran algo caras, ya que se debían pagar cuotas a cada tanto, y si se dañaba propiedad escolar los padres debían ver como pagar.

En su caso, Jihoon era quien tenía que arreglar sus desastres.

La escuela en la que estaba era la más barata, por lo que cambiarle a otra sería una rebaja muy grande en el salario de su hermano, y contrario a lo que mostraban sus acciones, él no quería ocasionarle problemas a su pequeña familia.

—¡No puede hacer eso!— Gritó asustado, y se paró para encarar al hombre mayor— Yo no fui, se lo juro...

—Una estudiante te vio salir de la cafetería con una de las cajas de pudín que desaparecieron— Explicó el hombre, levantando una ceja.

—¿Cuáles cajas?— Se hizo el desentendido, haciendo que ambos mayores le miraran con desconfianza, pero estaba agradecido que no hubieran pillado a sus amigos.

—¿Está totalmente seguro que fue él?— Preguntó luego de un suspiro Jihoon— Yo no me fiaría precisamente de lo que diga cualquier estudiante.

Él se sintió levemente enternecido al saber que, aunque para su hermano era evidente que si fue culpable, estaba decidido a intentar defenderle.

—Es una estudiante ejemplar aquí, vicepresidenta del Consejo Estudiantil, y con el expediente de Chan, lo veo algo creíble.

Pareciera que Jihoon iba a refutar un poco más, pero alguien que abrió la puerta los interrumpió.

—Director Kim, aquí tengo los...— Jun había llegado con unas carpetas en sus manos, y frunció los labios al ver que el director no estaba solo— Oh, disculpe por interrumpir, solo venía a entregarle el horario de las tutorías.

—Gracias, Junhui— Agradeció el hombre con una sonrisa ligera— Pero no creo que sea necesario, ya no tendrás que ser el tutor de JungChan.

GOOD BOY [Juno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora