CAPÍTULO 1
13 de diciembre 1980
Hotel White
Era una noche de verano la cual iba a pasar con mis tres amigas, ya que todas nos habíamos ido de vacaciones juntas. Me hubiese gustado saber que sería mi última noche con ellas. Mi nombre es Carolina Heigs y esta historia solo es una de muchas. Al rededor de las veintiuna y treinta sería el acontecimiento el cual cambiaría toda mi vida. Pero remontemos a unas horas antes de lo sucedido.
18:00 PM
-¡Ey verónica!- grito Maria enfurecida.
-¿Qué paso?- pregunto Verónica desconcertada.
-¿Dónde dejaste mi perfume?-respondió Maria con otra pregunta.
-Aquí esta, dejame te lo alcanzo.
-No toques más mis cosas sin mi permiso- exclamo la pelinegra.
-¡¡Oigan no empiecen a discutir estúpidas!!- grito la otra chica pelo castaño, ojos marrones, llamada Zoe, en la otra habitación.
Y se preguntarán ¿dónde estaba yo?, pues verán a esa hora había ido a comprar unas cositas al supermercado más cercano, el cual quedaba a unas cuatro cuadras del hotel en el que estábamos hospedadas. Al llegar me dirigí hacia la sección de lácteos ahí vi a un chico apuesto, cabello rubio con unos ojos medio verdes azulados, no les miento si era bastante guapo la verdad, además también note que me miro, pero aparto la vista de mí rápidamente. Y dirán ¿cómo hice para poder hablarle?, pues la verdad no tuvo mucha ciencia. Estábamos enfrente a los lácteos casi a unos diez pasos uno del otro, así que él decidió acercarse yo lo note por el rabillo del ojo y cuando quise acordar su voz áspera y media ronca estaba al lado mío.
-Disculpa chica ¿sabes donde encuentro los yogures?- exclamo algo nervioso.
La verdad no fue tan difícil descifrar que lo había dicho para poder hablarme, ya que los yogures se encontraban frente a él. Pero lo admito fue graciosa esa entrada improvisada solo para hablarme.
-Humm, si están frente a ti- conteste riéndome meticulosamente.
Él también rio y asintió la cabeza mirando hacia el frente con una sonrisa picará. Yo también me giré pero en la dirección contraria para poder ir a la sección de regalos, ya que mañana sería el cumpleaños de Zoe, así que tenía que buscar algo para poder llevarle si no esa chica me mataría, además no soy tan mal amiga como para olvidarme de su cumpleaños. Una vez llegue a la sección de regalitos empece a buscar y buscar algo que le gustara a ella y encontré un osito de peluche de un pandita supertierno, sin duda era el regalo perfecto para Zoe, ya que le encantaban los ositos pandas. Bien ya había encontrado el regalo y tenía todas las cosas que necesitaba era hora de ir a la caja así que me levante de donde estaba, ya que tuve que agacharme para encontrar el oso el cual estaba en una de las últimas góndolas de abajo. Estoy dando unos pasos en dirección a la caja cuando siento que alguien me estaba observando, intente mirar para los costados, pero no había nadie, así que mire para atrás. Enseguida que mire lo vi, a él, a ese chico de la sección de lácteos mirándome fijamente, pero esta vez no tenía esa expresión amable de hace unos minutos, ahora no me sacaba la mirada de encima lo cual eso me ponía incómoda además no era cualquier mirada tenía la cabeza agachada un poco y la mirada al frente dirigida hacia mí, como si me quisiera dar miedo o algo por el estilo, la verdad no sé si me quería dar miedo o no, pero si era eso lo estaba haciendo muy bien porque cada segundo que nos quedamos mirando me recorría un escalofrío y sentía el miedo cada vez venir más y más a mí. Así que tome bien fuerte las cosas que llevaba en las manos, me di la vuelta caminando apresurada hacia la caja como si no hubiera sentido miedo hacia él. Pero no sé si se notó mucho que me quería ir cuanto antes que él dijo lo siguiente.
-Mi nombre es Matthew, pero tú puedes llamarme Matt- enseguida que dijo su nombre me recorrió otro escalofrío por todo el cuerpo no le respondí nada ya que me empezó a dar el doble de miedo, porque díganme quien te mira de esa manera y al querer irte te dice su nombre sin que le preguntes, la verdad parecía película de asesino serial si lo pensamos bien.
Bueno me dije no importa en mi cabezota y seguí mi camino a la caja para poder pagar las cosas de una vez como debía ser sin darme ninguna vuelta hacia atrás. Una vez pague las cosas salí de ahí lo más rápido dirigiéndome hacia mi querido auto el cual estaba estacionado afuera, pero al subirme al auto logre ver a Matthew por el espejo retrovisor, él esta vez estaba parado afuera del supermercado con la misma expresión de antes, no lo dude enseguida arranque el auto conduciendo de vuelta al hotel en donde estaba con mis amigas, espero que no me siga más, me dije a mi misma mientras conducía a mi destino. Enseguida que llegue al hotel mire a todos lados antes de entrar, por las dudas de que estuviera por ahí, pero no esta vez no estaba, o al menos eso creía yo, tomando el ascensor mientras me llevaba a mi piso intente distraer la mente con que ya estaba en el hotel y eso. Al abrir la puerta del cuarto las chicas estaban tiradas en la cama mirando una película y comiendo palomitas, yo sonreí, ya que la cama era grande permitiéndoles estar una al lado de la otra tapadas hasta el cuello era algo gracioso la verdad, ellas en seguida notaron mi presencia tirándome unas cuantas palomitas a la cara y diciéndome.
-Aguafiestas nos trajiste algo?- exclamaron las tres a la vez pareciendo esas típicas gemelas así que solté una risa.
-Nope no les traje nada esta vez, chicas- bueno si traía algo, pero era para Zoe por su cumple así que no les iba a decir. Ellas soltaron un gruñido y siguieron viendo la película. Pero que hostilidad tenían cuando no les traía nada dije en mi mente riendo.
En fin dejé las cosas arriba de la mesada en la cocina y me acosté con ellas a comer palomitas, ni idea de lo que estaban viendo, pero me valía mientras me dejaran comer las palomitas todo estaría bien no abría ninguna guerra de almohadas. Al final todas nos quedamos dormidas tiradas por nuestra vida en nuestras vacaciones.
21:30 PM
Bien ya era de noche nos habíamos levantado hace un ratito nada más y estábamos comiendo un snack para después pedir una pizza, así que les dije a las chicas que ya iba a encargar el pedido ellas asintieron con la cabeza y enseguida fui a agarrar el teléfono y marque el número de la pizzería.
-Buenas noches aquí pizzería "La gran pizza de Joe", ¿en qué le podemos ayudar?- pregunto el hombre de tras del teléfono, en eso que le voy a contestar se escucha que alguien toca a la puerta y veo que Zoe va a abrirla, y entonces de repente todo queda en silencio.
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🌹ROSAS ROJAS🌹 (En proceso de corrección)
Misteri / ThrillerUna rosa roja , cuatro chicas asesinadas y un investigador con su compañero tratando de hallar una respuesta. ¿Que es lo que pasará después?