Capítulo XII: Psicología de experiencia

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Caos abrumador alrededor, mi cerebro entraba en trance. La tenía frente a mi, tomaba sus manos con las mías, nuestros dedos entrelazados, mil lágrimas deslizadas por las mejillas de ambas y una mirada de dolor sostenida a pesar del entrecierre inevitable de nuestros ojos llorosos.

El altoparlante transmitía el destino de su viaje a través de una odiosa voz femenina. Allí, en esa fría sala de aeropuerto, nos dimos el beso más triste y más sincero de nuestras vidas.

___________Una semana antes____________

--- Carol ---

Se escucha el estruendo de una silla al piso y el quebrar de una taza. Llego a la habitación de Sam con las zancadas olímpicas de Usain Bolt.

Encuentro a Sam hiperventilando bajo su escritorio, la silla caída hacia atrás y trozos de cerámica desperdigados hasta la puerta de la habitación. Me acerco a ella.

- Sammy, cariño. Tranquila. - me miraba sin verme y su respiración aumentaba -

- Respira conmigo, vamos. - no atinaba a reaccionar -

Me aproximo un poco más hasta ocupar junto a ella el espacio reducido bajo su buró. Trato de tomar sus manos pero las retira insegura; mientras lo hace me mira con desconfianza. Le ofrezco una pequeña sonrisa cómplice a medio lado y permite que tome sus manos en el segundo intento.

_______________Flashback_________________

Natty inhalaba y exhalaba incontrolablemente, no dejaba que Sofía ni nadie se acercara a ella. Veía sus síntomas y solo podía recordar pequeños fragmentos de mi infancia; mi mamá sufría de lo mismo. Crisis de ansiedad.

A pesar de que no me quería cerca allí fui. Cautelosa la ayudé a calmarse tal y como la Dra. Amelia Figueroa me había enseñado. La ayudé como tantas veces hacía con mi madre. Era la primera vez que le sucedía a Natty, sin embargo, puede ser un evento muy traumático.

____________Fin del flashback____________

Con sus manos temblorosas protegidas por las mías logro transmitirle la seguridad que adquirí para estos casos. Un contacto visual inquebrantable ayuda a aplacar la situación. Le repito una y otra vez con voz firme pero tenue que respire conmigo, a mi ritmo. Poco a poco vuelve al ciclo calmado y natural de entrada y salida de aire. Deja de temblar y me abraza desprovista de resguardo.

La envuelvo entre mis brazos.
Llevamos un rato abrazadas, acariciaba sus mechones dorados.

- Gracias. - habla Sam con un tímido tono -

- Siempre para ti, incluso cuando necesites recordar respirar.

- No se que me pasó. De pronto me encontraba más irracional que nunca y todo por un corte de corriente eléctrica.

- Creo que fue por más que eso.

- Perdí toda mi tesis Carol, por la putada de la falta de poder eléctrico. - pipip sonido del microwave - Para más ironía, acaba de regresar.

- Sammy tranquila, todo tiene solución en esta vida, menos la muerte, hasta Víctor Frankenstein tuvo problemas con su pequeño monstruo.

- Carol, estoy a una semana de presentar mi tesis. Se supone que mañana tenga la versión definitiva del documento y no lo pude salvar en la nube ni en ningún sitio. ¡Joder! Ya había hecho muchos arreglos.

- ¿Quieres salir de dudas?

- ¿Qué? - preguntó desconcertada -

Me levanté y le hice un gesto para que ella también lo hiciera. Fui directo a la laptop que ni batería tenía, le gustaba vivir al límite después de todo. La conecté a la fuente de poder y la puse en marcha. Abrí la versión que me indicó del documento Word y lo primero que salió fue un cartel esperanzador de recuperación de documentos.

Sam me miró desconcertada, no se por qué, tantos años de carrera y no sabía de esto. Es verdad que su especialización no era en hacer ensayos pero tuvo que hacer trabajos, supongo. Abro la versión que ella creía perdida.

Se abalanzó sobre mi y llenó mi cara de besos. No podía parar de reir. Habíamos caído al piso y aún allí, en aquel desorden, tenía a Sam sobre mi, babeando mi cara.

- Vale, vale ... De nada por salvar tu culo. - las carcajadas salían descontroladas -

- Te quiero tanto. - dijo -

Esas palabras retumbaron en mi cabeza. Era la primera vez que me decían te quiero. Yo lo sentía hace mucho, así y todo fue ella la que agarró el valor para decírmelo.

Una lágrima solitaria se deslizó sin permiso, Sam la limpió con su dedo pulgar.

- Yo también te quiero Sammy.

Permanecimos así hasta que se entumeció mi cuerpo.

- Sammy, tengo el culo dormido. - reía la muy maldita -

- Seguro me echas la culpa.

- Es tu culpa. - gané un golpecito cariñoso en mi abdomen pero se levantó -

- ¿Sabes que tuviste una crisis de ansiedad? - pregunté -

- No, pero si eso fue no se sintió bien.

- Te puedo asegurar que eso fue, tienes mucho estrés con lo de la tesis y la falta de corriente eléctrica fue el detonante, o eso creo.

- Además de arte sabes de psicología. - dijo un tanto irónica -

- Mi mamá las padece constantemente.

- Oh.

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Un tema delicado, las crisis de ansiedad son cosas seria. Por suerte estás dos se tienen la una a la otra. Disculpen si me pongo un poco intensa😅.

Ya quedan pocos capítulos para el final.

Bisous, Nordic Lézard
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🏳️‍🌈El arte en nosotras🏳️‍🌈 [Completa] 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora