Capítulo 11:

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La pesadilla que con más frecuencia mi mente me atormentaba por las noches es quedarme atrapado en un lugar pequeño, sin ningún tipo de salida y con poca capacidad de mantener la respiración debido a sus paredes estrechas, pero con lo que no esperaba es que se hiciera realidad. Terminando en el closet de Buck escondiéndome de quien sabe quién con un latente dolor de cabeza y sin poder distinguir la realidad de una fantasía sexual que en recuerdos vagos ese deseo carnal era complacido por un chico de cabello rubio y una marca distintiva a la altura de la ceja, pero algo en mí se negaba a aceptar que tuve algo que ver con ese tipo el cual lo único que hizo desde que llegue es darme confusión y enojo..., ¡voy a matarlo!

—Bueno, chicos me tengo que ir, le prometí a Hen que la ayudaría con las compras en el centro comercial —oí, una voz que reconocí al instante, esa voz era la de... ¿Chimney?

—Este bien cariño cuídate —la otra voz era femenina y sin duda alguna tal vez le pertenecía a la novia de este idiota

Hoy no mi ciela mientras que esos tontos están distraídos escaparé de este lugar no importa si tengo que salir por la ventana, así que con cuidado y sin hacer nada de ruido corrí lentamente la puerta del closet, sacando un poco la cabeza para comprobar si no había muros en la costa y gracias al de arriba que no se encontraba nadie, salí torpemente del closet y lo digo así, ya que me tropecé con una lata de desodorante haciendo que pierda el equilibrio provocando que estrellé mi hermoso rostro contra la pared, sentí como mi nariz trono como no podía alzar la voz apresure la marcha al baño, cerrando la puerta con delicadeza y tomando una toalla con la cual me cubrí la boca y grite para desahogar todo el dolor que siento, al cabo de un rato retire la toalla arruinando su color blanco con una mancha escarlata

— ¿Esto no podría ser peor? —me vi en el espejo aun con la mano tapando los agujeros de mi nariz, el dolor es insoportable entre la cabeza e inexplicablemente también el cuerpo, mientras limpiaba lo que quedaba de sangre en mi rostro desvié la mirada a mi cuello, tenía una marca roja con tonos morados fue entonces que bajé la mirada a mi pecho, torso y abdomen los cuales estaban inundados de marcas

—¡Te voy a matar idiota, ¿cómo diablos?...! —vociferé sin más tirando la toalla y caminando a la puerta..., pero por desgracia recordé que se suponía que estaba en modo furtivo y no debía emitir ningún ruido

El ruido de los pasos que se acercaban, hizo que entrara en pánico, así que sin pensarlo dos veces entre a la ducha y abrí la llave del agua para simular que me estoy duchando, por suerte el agua estaba caliente

—_____, ¿estás bien? —entro cerrando la puerta y acercándose a la ducha, lo único que nos separaba era la cortina de la misma, no lograba formular alguna palabra porque no podía evitar pensar que hace una hora estábamos en la misma cama

—T-Todo bajo control —el agua caliente paso a enfriarse de golpe y para este punto ya tenía toda la ropa totalmente mojada

—¿Entonces podrías explicarme el porqué de tanto griterío? —cruzo los brazos, manteniendo su cara de póker

—La pregunta ofende, mírame bien, ¿acaso no vez todo mi cuerpo? —quité la cortina y la camisa señalando los notables moretones, pero de inmediato recordé que se suponía que me estaba duchando

—Ya sabes que fue lo que pasó la noche anterior, además..., no sabía que te gustaba aplicar el sadomasoquismo en el sexo —desvió la mirada al suelo, sus mejillas se tornaron de un color rojo

—¿Sadomasoquismo?, escúchame bien, yo soy un chico de iglesia, así que solo deben ser fantasías tuyas y para que quede claro.

Se fue sin decir nada, dejándome con la palabra en la boca, en serio no entendía el porqué de esta actitud, pero no puedo pasar por alto una clara situación de acoso sexual..., que rabia por lo menos una cenita antes de ser esclavizado, ¿es tanto pedir?

. . . . . . . .

Ya con un cambio de ropa que lamentable consiste en una playera y short del tarado, sin duda alguna hoy es el peor día de mi vida, solo espero que tenga una aspirina y tres cajas de paracetamol para este maldita dolor de cabeza, solté un largo suspiro antes de empezar a bajar los escalones, tenía nervios de que la chica con la que este resulte ser su novia, pero tengo que actuar como un adulto

—Buenos días, de antemano, me disculpo por los gritos, es que había... —vi a Buck en la cocina haciendo señas para que no dijera nada, mientras que una mujer de cabellera color marrón degustando de unos huevos con tocino, dejando su comida por prestarme atención

—Buenos días, Evan no sabía que tenías visitas —dijo sonriendo para levantarse y ofrecerme un apretón de manos del cual me extraño mucho

—Mucho gusto de conocerte, ¿eres la novia de Buck? —ambos se echaron a reír, no sabía qué rayos hacer si irme sin decir nada o gritarles

—No soy su novia, soy su hermana mayor, mi nombre en Maddie Buckley —caminamos a la mesa que por cierto Buck ya estaba sentado y como el universo le encanta hacerme sufrir fue al lado mío

—¿Qué tal dormiste? —pregunto Buck colocando su mano alrededor de mi cintura haciendo que me exalté

—¡Aléjate satanás! —los dos me miraron extrañados —Lo siento es que vi aún insecto bajo la mesa y me asusté, je, je, je.

—Bueno, ¿Cuál es tu nombre? —pregunto Maddie

—_____, trabajo en la estación 118 junto a Buck —estoy consciente que no lo pregunto, pero quiero acortar la conversación para irme lo más rápido posible

—Recuerdo que Chimney mención algo de un integrante nuevo —sonrió mirando hacia Buck quien solo se mantenía en silencio

—Solo espero que mi novio se quede.

¡¡¿Qué carajos acaba de decir?!!

The Flames Consume me (buck, eddie x Male Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora