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Escuche la puerta abriendose, a lo que gire levemente mi mirada para ver como mi hermano, Mauro Monzón, entraba junto a los monos de sus amigos; Tiago, Mauro, Enzo, Thomas e Ivo, quiénes llevaban en sus manos bolsas pesadas. Obviamente estas contenían incontables botellas de jugo, alcohol, latas de speed y hielo.
Rodee los ojos, hoy pensé que por fin iba a poder tener paz, pero no. Tenia que llegar el pelotudo de mi hermano con sus amigos. Literalmente se juntan TODOS los fines de semana en casa, ¿acaso no tienen otra casa a donde caer?
Suspire ruidosamente, dejando ver mi inconformidad y molestia. Me levante del sillón y camine a la cocina, para poder agarrar algo para comer y tomar e irme antes de que me hablen o algo.
Agarre un vaso grande y lo llene de coca cola, poniéndole tres hielos para que se enfrie y la tapa junto a la pajita. Fui hasta la heladera y encontre una milanesa. Pude escuchar mi estomago rugir, la milanesa fria es tan rica, por dios.
Agarre el taper donde estaba la milanesa, puse dos pedazos de pan lactal en este y lo agarre junto al vaso para salir despues de la cocina, encontrandome con mi hermano y sus amigos en el comedor. No los mire, tan solo murmure un "Hola" por simple cortesía y camine hacia las escaleras.
— Eh, Joa, ¿queres un trago? - escuche la voz de Mau.
— Ahora no, gracias. - Corrí escaleras arriba y me encerré en mi cuarto.
Me sente en la silla de mi escritorio y prendi la computadora, buscando algo para ver en youtube. Al no encontrarlo me fui a disney plus, fijandome. Sonreí como nene chiquito al ver que estaba mi serie favorita "Ultimate Spider-Man".
Si, tengo 17 años pero sigo siendo un nene, y no me avergüenzo. Le di play al capitulo y me puse los auriculares que estaban conectados al cpu. Mientras miraba atento el dibujito, me arme el sanguche de milanesa y le di un mordisco, ri-qui-si-mo.
Así estuve, viendo Spider-Man hasta que me termine la comida y me baje todo el vaso de gaseosa. Segui viendo la serie hasta que mi puerta abriendose me interrumpio.
Me gire molesto, pensando que era mi hermano, pero al parecer no. Era Ivo, quien tenia un vaso en su mano y entraba tranquilo a mi pieza, cerrando la puerta detras de el.
— Ta feo eso de que ni me mires. - Me miro mal, caminando hacia mi escritorio y dejando el vaso sobre la madera.
— ¿Que es eso? - cuestione.
— Tu trago favorito. - Contesto, caminando hacia mi cama y sentandose en el borde. - Sabia que tenias ganas de tomar, pero que no ibas a bajar porque estabamos nosotros. - Se cruzo de brazos.
Sonreí, agarrando el vaso y dandole un sorbo; en efecto, este era mi trago favorito. Mire a Ivo, quien tenia un puchero en su labio inferior y miraba con su ceño fruncido el piso, parecia todo un nene.
Me levante de donde estaba y camine hacia el, sentandome sobre sus piernas. Al notar que no tenia pensado mirarme debido a su "enojo", agarre su cara con mis manos y lo obligue a verme.
— ¿Te dije que sos muy lindo cuando te enojas? - mordí mi labio.
— Cállate. - Bufo.
Reí y acerque mi cara a la suya, juntando nuestros labios en un húmedo y apasionado beso. Su mano se dirigió a mi nuca, profundizando el beso. Sentía que mi cabeza daba vueltas debido a la intensidad de este.
Lamentablemente, mis pulmones necesitaban aire por lo que tuve que separarme, muy a mi pesar. Sus ojos me miraba expectantes.
— ¿Ya vas a dejar de hacer berrinche? - incline mi cabeza.
— Nunca. - Sonrio travieso. - Asi me amas, aceptalo.
— No niego nada. - Asentí.
Ivo y yo hace 1 año que estamos de novios, obviamente a escondidas de todos. Teniendo en cuenta nuestra diferencia de edad, no creo que mis papás y mi hermano lo acepten. Osea, yo tengo 17 y el 22, primero nos cagan a piñas.
Mauro mas que nada porque estoy saliendo con su mejor amigo y porque el se coje a su hermanito menor. Se me rie el orto. Tengo tantas ganas de refregarles en la cara que salimos juntos, pero no puedo. Algún día será.
— ¿No pensas que tendrías que volver abajo? Mauro puede sospechar, o alguno de los chicos.
— Mauro y los chicos están dados vuelta, literal se caen a pedazos. - Una carcajada escapo de su boca. - No tome casi nada para poder pasar tiempo con vos.
— Sos inteligente al final. - Lo jodi.
— Taba todo friamente calculado. - Asintió.
Reí e hice que se tire para atras, para poder asi ponerme mejor sobre su cuerpo. Mis labios atacaron su cuello, besaba este de una forma dulce y caliente, exactamente como le gustaba a mi rubio.
Senti sus manos bajar de mi cintura hacia mi culo, apretando este y sacandome asi un gemido. Mis manos desesperadas e impacientes, desabrocharon su pantalon y sacaron su remera.
— Apa, ¿estamos necesitados? - mordio mi labio.
— Tengo unas ganas de que me rompas el orto. - Mi pulgar acaricio su labio, causando que su boca se abra inconscientemente.
— ¿Con esa boca decis mamá? - rió.
Acerque mi boca a su oído y con una sonrisa traviesa le susurre unas palabras. A los dos segundos estaba justo debajo de su cuerpo, con mi ropa siendo arrancada por sus manos.
Sonreí victorioso, sabia que eso lo iba a calentar. Seguido de eso cojimos como nunca lo habíamos hecho, me hizo ver las estrellas 48 veces. Mi cabeza daba vueltas y mi respiración estaba agitada.
Al terminar, se saco el forro, le hizo un nudo y lo tiro al tacho, para despues acostarse a mi lado y taparnos con la sabana hasta la cadera. Sus brazos abrazaron mi cintura, pegandome cuanto mas pudo contra el.
— ¿No tenes miedo de que venga alguien? - inguiri.
— Me chupa un huevo, solo quiero estar con vos. - Beso mi oreja. - Aparte, le puse traba a la puerta.
Reí levemente y cerre mis ojos, durmiendome entre los calidos brazos de mi hermoso novio. ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
