1 - Joda.

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— ¡Dale, Joaquin, la puta que te pario! - grite molesto al sentir agua cayéndome encima

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— ¡Dale, Joaquin, la puta que te pario! - grite molesto al sentir agua cayéndome encima.

Escuche como estallo en risas junto a los demás.
Me pare de la reposera cagando y me gire, encontrando atrás de mi al rubio y a Buho, quienes tenían en sus manos un balde vacío.

— Eh, Buho también lo hizo. - Se quejo.

— Son unos tarados. - Me queje, sacándome la remera mojada.

— Veni, dame un besito. - Se burlo el rubio, acercando su boca a la mia.

— Raja de aca. - Me aleje, con una mueca en mi cara, haciendo que Seven estalle en carcajadas.

— ¿Estaba fria el agua? - escuche el grito de Coscu.

Sin responder, le saque mi dedo corazon.
Una idea cruzo mi cabeza, haciendo que una sonrisa se formara en mi boca.

Mire a Seven, quien tenia en sus manos su celular y note que estaba viendo el video que hizo cuando me tiro el balde con ayuda de Buho.

Me acerque despacio, queriendo que no se de cuenta.
Cuando estuve cerca, lo agarre de la cintura y lo subi en mi hombro, como si fuera una bolsa de papas.

— ¡¿Que carajo haces?! ¡Soltame, Ivo! - se empezo a mover, tratando de que lo suelte. - ¡Dale, govir!

Los chicos se empezaron a cagar de risa, mientras que algunos grababan.

— Vamos a mojarnos, mi amor. - Camine hasta la pileta.

— ¿Por que yo solo? ¡Buho fue complice! - golpeo mi espalda.

No respondí, me posicione al borde de la pileta y salte, hundiéndonos a los dos.
Sali a la superficie, al mismo tiempo que Seven.

— ¡Sos un pelotudo! - me salpico, molesto.

— Veni, dame un besito. - Copie sus palabras, burlándome.

Aunque me miro con ganas de matarme, no me pare y me acerque hasta el, agarrándolo por la cintura y pegando su cuerpo al mío.

— Soltame.

— ¿Ya te dije que sos hermoso cuando te enojas? - bese su cachete.

— Te odio mucho. - Rodo los ojos.

— Mas tierno. - Me mordí el labio. - Yo también te amo, chiquito.

— Dios, me das diabetes. - Hizo como si vomitara.

— Cerra el orto y déjame que te coma la boca. - Con mis dedos agarre su mentón y pegue mis labios a los suyos.

Al principio se nego, pero despues me correspondio. Tenia bien sabido que mis labios eran su debilidad. Gracias a eso, conseguía que siempre me perdone mis jodas.

To the stars | KayneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora